Comunidades indígenas sin conexión

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“Para qué llevar internet a las comunidades indígenas, si a final de cuentas son indígenas. ¿Ellos para qué lo necesitan?”, son afirmaciones que todavía, en pleno siglo XXI, es posible oír de algunos políticos, denuncia Israel Tonatiuh Lay Arellano, investigador del Instituto de Gestión del Conocimiento y del Aprendizaje en Ambientes Virtuales (IGCAAV), del Sistema de Universidad Virtual (UDGVirtual).

Esas ideas, combinadas con la falta de interés de empresarios, agrega el académico, provocan que las comunidades indígenas de México estén rezagadas en el ámbito de las telecomunicaciones. Incluso las ubicadas a pie de carretera carecen de servicios básicos en el ámbito urbano, como la telefonía.

“En el sector comercial ha habido muchos avances: tecnología, velocidad y servicio. Sin embargo, en las comunidades indígenas no existe el mismo desarrollo. Aunque ellos piden a las empresas comerciales que les lleven el servicio, las empresas se los han negado, o se los ofrecen a costos muy altos”.

Para el investigador es importante preguntarse quién gobierna sobre el internet, quién decide hasta qué municipios llega y velocidad.

“Se piensa también que como son indígenas sólo pueden usarlo para cuestiones educativas, pero en Chiapas, por ejemplo, están usando internet para desarrollar cooperativas, para vender sus productos”.

Lay Arellano participa en una investigación sobre las medidas que, ante este panorama, han tomado algunas comunidades indígenas, principalmente en el sureste del país.

“Se trata de una investigación del nuevo cuerpo académico que se acaba de crear en el IGCAAV, sobre Inclusión y marginación digital y social. Analizamos cómo las comunidades o pueblos se apropian de internet para sus propios objetivos”.

Los principales casos que presenta el investigador son los de las comunidades de Talea de Castro, en Oaxaca; de Abasolo, en el municipio de Ocosingo, Chiapas, y el proyecto Intranet, de un grupo de colegios de bachilleres en la Zona Selva, también en Chiapas.

Las comunidades se han aprovechado de la infraestructura más cercana para desarrollar sus propios sistemas de telecomunicaciones, ofreciendo el servicio a la población a un costo menor, en comparación con las grandes empresas.

“Pudieron hacer conexiones y vieron que era práctico. Ofrecían un paquete de 25 pesos para un mes. Claro, con tiempos de llamadas muy breves, no mayores a cinco minutos, para no saturar la red”.

El reto de la legalidad
Frente a estas prácticas de autonomía que en el campo de las telecomunicaciones han ejercido las comunidades indígenas, el reto es alcanzar la legalidad, advierte el experto.

Precisa que las comunidades quieren estar dentro de la legalidad y hacen su solicitud al Instituto Federal de Telecomunicaciones. Sin embargo, “éste es un poco lento”, y eso provoca que algunas sigan transmitiendo sin un permiso, con el riesgo de que se esté cometiendo un delito.

“Argumentan que tienen el derecho de utilizar el aire que está sobre su territorio, pero para la Cámara de la Industria de Radio y Televisión esto significa que son emisoras piratas. Entonces es un problema que termina, incluso, en que desmantelen las radios comunitarias y que encarcelen a sus operadores”.

Mencionó el caso de Talea de Castro, comunidad pionera en cuestiones de radiodifusión y telecomunicaciones comunitarias, única quWe tiene una concesión social para explotar banda de telefonía celular.

“En 2016 se les otorga la concesión formal, en la banda de cuatro megahertz, donde pueden explotar y ofrecer servicio de 2G, 3G y 4G a 48 municipios de Chiapas, 29 de Guerrero, 164 de Oaxaca, 62 de Puebla y 54 de Veracruz. El reto es llegar a los 10 mil usuarios de comunidades indígenas, aunque se requiere de una inversión mayor”.

A decir del investigador hace falta mucho trabajo por realizar para lograr que cada vez más comunidades del país tengan acceso a estos servicios. En el caso de Jalisco, indicó que se ha avanzado en el norte de la entidad, pero sobre todo en el tema de radiodifusión.

“No se ha llegado al nivel de las telecomunicaciones, como ha sido en Oaxaca. Acá les damos, pero no permitimos que ellos gestionen y hagan sus propios proyectos”.

Israel Tonatiuh Lay Arellano impartió, la semana pasada, la charla “Redes comunitarias de telecomunicaciones”, organizada en el marco del Seminario Permanente del IGCAAV.

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