Martes 11 de Noviembre de 2025

Martes 11 de Noviembre de 2025

Cáscaras de huevo para estabilizar suelos de manera sostenible

Con esta propuesta, estudiante del CUCEI ganó primer lugar en concurso dentro del 9no Coloquio de Jóvenes Geotecnistas y Segundo encuentro de Capítulos Estudiantiles

El auditorio del Iteso donde se realizaba el Coloquio de Jóvenes Geotecnistas estaba lleno, las miradas de los asistentes fijas en cada diapositiva y los murmullos conteniendo expectativa. En medio de especialistas, académicos y jóvenes investigadores, una estudiante de noveno semestre de la Universidad de Guadalajara tomó el micrófono sin imaginar que minutos después su nombre se anunciaría como primer lugar al Mejor Artículo Juvenil. Su propuesta: aprovechar cáscara de huevo pulverizada para enfrentar uno de los problemas más persistentes en los suelos de Jalisco.

Ella es Andrea Ávila, alumna de Ingeniería Civil en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) y autora principal de una investigación que, desde un laboratorio universitario, está empujando la geotecnia hacia alternativas más sostenibles. Su trabajo fue asesorado por la doctora Laura Yessenia Cabello Suárez, académica del Departamento de Ingeniería Civil y Topografía y especialista en mecánica de suelos.

“Me sorprendió completamente, no pensé ganar porque todos presentaron increíble”, contó Andrea, aún con la emoción viva del momento. La categoría juvenil del concurso, incluía propuestas sólidas de otras instituciones, pero su estudio destacó por atreverse a plantear un cambio de enfoque en un tema donde durante décadas se han seguido los mismos métodos.

La investigación surgió cuando Andrea ingresó al programa Apoyo en investigación a la geotecnia, donde trabajó junto al doctor José Roberto Galaviz, Cabello Suárez y su compañero César Alvarado. Durante meses evaluó cómo la composición química de la cáscara de huevo podía funcionar como aditivo para mitigar los cambios volumétricos en suelos expansivos, especialmente en zonas críticas como Chapala y Ajijic. 

“Lo que buscamos es aprovechar un residuo cotidiano para ayudar a estabilizar suelos que generan asentamientos y daños estructurales”, explicó.

El reto técnico fue enorme. Recolectar cáscaras en restaurantes, limpiarlas, desinfectarlas y reducirlas a un polvo fino implicó largas horas de laboratorio. “No podíamos irnos hasta que una prueba saliera bien”, recordó Cabello Suárez, quien reconoce en Andrea una mezcla de disciplina, curiosidad y sensibilidad ambiental.

La diferencia de su trabajo no fue solo científica, sino conceptual. Jalisco suele enfocarse en resistencia del suelo, pero Andrea introdujo el análisis del comportamiento volumétrico, un tema frecuente en Ciudad de México pero poco discutido en la región. Su ponencia captó atención inmediata. “Sentí muy bonito ver que especialistas realmente estaban interesados. Al día siguiente, un ponente hizo referencia a mi presentación y no lo podía creer”, dijo.

Para su asesora, el logro de Andrea abre una conversación necesaria. “Estamos acostumbrados a repetir las mismas soluciones. Esta investigación demuestra que podemos innovar, que podemos usar residuos, reducir emisiones y avanzar hacia una economía circular”, explicó Laura Cabello.

México es uno de los países con mayor consumo de huevo, por lo que la cantidad de cáscara generada diariamente es enorme. Transformarla en aditivo reduce desechos y abre un camino sostenible en la construcción. Andrea lo entendió desde el inicio: “Quería aportar un granito de arena. Y saber que este trabajo fue reconocido en un coloquio tan importante significa mucho”.

El triunfo también fortaleció su vocación. “Sí veo la investigación como camino, aunque me gustaría combinarla con proyectos reales”, afirmó. Y deja un mensaje a quienes vienen detrás: “Si te gusta, inténtalo. Requiere compromiso, pero vale completamente la pena”.

Cabello Suárez celebró que estos proyectos estén moldeando una nueva generación de ingenieros: más críticos, más conscientes y con una visión ambiental que ya no es opcional. “Necesitamos ingenieros que entiendan los materiales, pero también los residuos y su potencial. Andrea está demostrando justo eso”, dijo.

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

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