sábado, diciembre 6, 2025
sábado 6, diciembre, 2025

Caricatura, humor y libertad en el EICH 2025

Caricaturistas de México y Cuba hablan sobre la censura, el humor y los retos de la caricatura en la era digital
 

omo parte del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta (EICH), organizado por el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2025, caricaturistas dialogaron en las mesas “Caricatura política contra la mordaza” y “Ropa vieja y torta ahogada: de Cuba a GDL en un solo platillo”.

Las conversaciones reunieron a Juan Alarcón Ayala “Alarcón”, Julio Iván López “Rictus”, Nadim Anim de la Hoz, Francisco Calderón “Calderón”, Patricia Lamassoure “Kak”, Saúl Herrera “Qucho”, Osvaldo Muñoz Aceves “Osvaldo Monos”, Daniel Camacho Ángel, Michel Moro y Ángel Boligán, quienes intercambiaron perspectivas sobre el papel de la caricatura en la crítica social contemporánea.

A lo largo del encuentro, las y los artistas exploraron cómo la caricatura política ha actuado históricamente como herramienta para enfrentar la censura y la mordaza, incomodando al poder mediante el humor.

Compartieron anécdotas sobre episodios de censura vividos tanto en México como en el extranjero, recordando que este oficio sigue siendo un espacio donde la libertad de expresión es constantemente puesta a prueba. 

Desde sus experiencias, coincidieron en que la caricatura permanece como un lenguaje directo, incómodo y profundamente necesario para visibilizar problemáticas sociales y políticas.

El diálogo también abordó la transformación que vive el campo de la caricatura frente al surgimiento de nuevas tecnologías, plataformas digitales, redes sociales, e incluso la inteligencia artificial.

Discutieron también sobre los retos de posicionar su obra en un entorno donde la inmediatez y la saturación informativa contrastan con la profundidad y el rigor que han caracterizado al trabajo gráfico en medios impresos a lo largo del tiempo.

Desde esta comparación surgió la reflexión sobre la importancia de preservar una “minoría excéntrica”: ese grupo de lectoras y lectores que sigue apostando por los medios tradicionales, aquellos que sostienen la investigación, el análisis y el periodismo serio como contrapeso frente al aumento de las noticias falsas (fake news).

Durante la mesa “Ropa vieja y torta ahogada: de Cuba a GDL en un solo platillo”, se contrastaron las experiencias de caricaturistas tapatíos y cubanos, cuyo intercambio permitió ver cómo desde contextos distintos, la caricatura continúa siendo un puente entre crítica, humor y resistencia.

Además, se hizo énfasis en las diferencias culturales, los procesos editoriales, las estrategias de publicación y los desafíos creativos que les ha implicado ejercer este oficio. 

Durante la sesión de preguntas y respuestas el público profundizó en las inquietudes planteadas por las y los caricaturistas, desde el futuro del medio en entornos digitales hasta  la responsabilidad social del humor gráfico. “La risa es el mejor antídoto ante el miedo”, afirmó Patrick “Kak”.

Los caminos retorcidos de los caricaturistas

“¿Dónde están los locos?”, se preguntan cuatro caricaturistas. Ya no son quienes ven el mundo con humor, sino quienes sospechan, desde lo políticamente correcto, la ironía, el sarcasmo y el doble sentido. Pero el humor, a fin de cuentas, y sobre todo el humor cotidiano, es hacer comunidad.

Tute, Trino, Jis y Cucamonga hablaron del humor en nuestros tiempos en la mesa “Aquí no todos estamos locos”, en el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta (EICH) de la FIL de Guadalajara.

José Trinidad Camacho “Trino”, autor gráfico, narrador visual y creador de universos cómico-políticos, afirmó que los creadores han perdido terreno en el humor por hacer concesiones a lo “políticamente correcto”, sin distinguir la “carrilla” del bullying y donde se satanizan las bromas raciales. 

“Yo pienso que en estos tiempos no nos tiene que importar lo que piensan los demás. Es un miedo que, tal vez, me estoy inventando, pero hay que hacerlo aunque me ‘funen’ –tengo un libro sobre albures en esa categoría–; pero, al fin, ya casi no vendo cosas”, dijo con ironía el monero.

Para el humorista y caricaturista Ricardo Velderrain “Cucamonga”, lo digital abrió una brecha con la sensibilidad. Esa carencia de empatía y sensibilidad para Cucamonga es con lo que han lidiado los humoristas.

“Yo veo una extrema sensibilidad o, mejor dicho, la hiper sensibilidad social, cuando no se puede distinguir entre algo que es bullying de una forma de cotorreo; es la pérdida de empatía, en parte, por el constante uso de tecnologías”, apuntó. 

Sobre lo políticamente correcto, Juan Matías “Tute” –quien desde 1999 publica en el diario La Nación en Argentina–, opinó que cuando ya no hay gracia en el trabajo del caricaturista, habrá que pensar que ya se hizo viejo o se cayó el humor. Aunque para él, lo más grave es que los artistas del humor son una raza en extinción porque no hay un relevo generacional en la gráfica, que está más interesada en la novela, los mangas y otros formatos.

El caricaturista José Ignacio Solórzano “Jis”, fundador de Galimatías y La Mano, afirmó que contra la corriente que busca la corrección política, hay que buscar el modo de saltar el obstáculo “y cumplir la travesura”

Además, “Cucamonga” planteó los peligros del uso de la inteligencia artificial en el humor, en lo que coincidió con Trino, pero con la distinción de que jamás la inteligencia artificial podrá superar a la humana. Opinión que no compartió Jis.

“Yo sí estoy impaciente por la llegada de mi clon para ponerlo a chambear; que haga monos como los míos y así yo dedicarme a la contemplación. Todavía no pasa, pero creo que el uso de inteligencias no está solo en las generativas, ya están en nuestras vidas como prótesis. Pienso que, como la llegada de las redes sociales, hay que aprovecharlas”, dijo. 

Respecto a la inteligencia artificial, a Tute le preocupa la incursión de la tecnología en el humor y que llegue a emocionar a alguien.

“Pero también creo que no hay inteligencia artificial que pueda con esto, y que después de este periodo dará la vuelta a lo artesanal, porque la inteligencia artificial no es real, no puede imitar la sensibilidad y, por lo tanto, reemplazarla”, subrayó.

Para Tute, pelear con la IA es una batalla perdida porque es como pelear contra los molinos de viento.

Trino cerró con la reflexión de que el humor, además de un ejercicio intelectual, de entretenimiento y herramienta para analizar el mundo, es, sobre todo, una forma de hacer comunidad, como lo confirmó el auditorio lleno en Expo Guadalajara y cuya audiencia no paró de soltar risas y carcajadas.

Así lo dijo:

No hay inteligencia artificial que pueda con el humor, porque no puede imitar la sensibilidad y, por lo tanto, reemplazarla: Tute

 

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