Cercana a la música gracias a un padre melómano, cantante desde los tres años y compositora desde los 11, la cantautora, pintora y académica del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), Julieta Marón, tiene más de 40 años dedicando su vida a la música, la pintura, la comunicación y la docencia.
Define la música como algo “de lo que nunca tuvo duda”, por ende ha dedicado su quehacer artístico a la composición y producción de diversos discos, destacando su faceta como cantautora y música de cámara.
Por esta amplia producción y dedicación musical fue seleccionada en la categoría “Creadora Emérita” del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) de Jalisco, categoría que se otorga a artistas con carreras consolidadas y con amplias trayectorias creativas, lo cual, según la cantautora, se ha convertido en una motivación para seguir creando y compartiendo.
“Antes de ser acreedora a este estímulo yo pensaba que no había posibilidad ni movimiento para los compositores en Jalisco, y de pronto me invitó el maestro Castillo a tocar mi obra con la Filarmónica de Jalisco en el mes de marzo, y luego viene este reconocimiento y eso me motiva a seguir, porque creo que ningún compositor quiere que sus obras estén guardadas”, destacó.
“Entre todas las artes, la música es la más intangible y a veces es tan intangible que no se toma a nivel de patrimonio cultural, como sí pasa con la arquitectura o las artes plásticas. Somos muchos (compositores) y no se reconocen, sobre todo porque son de provincia o por ser mujeres, como es mi caso, lo que dificulta mucho lograr el reconocimiento que se merece”.

Con un maestro como Arturo Xavier González y una formación en la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, de la mano de maestros como Víctor Manuel Medeles y Domingo Lobato, Julieta Marón fue perfeccionando su técnica en guitarra clásica para después ingresar a la carrera en Ciencias de la Comunicación, lo que más tarde la llevaría a dirigir Radio Universidad de Guadalajara, donde crearía secciones culturales como “Espacio abierto”, primera revista cultural de Radio UdeG; Cuarto de nota, programa de música formal, hasta el más reciente Por el ojo de la cerradura, con música poco programada en emisoras comerciales.
“Entré a la dirección de radio y me absorbió absolutamente, pero dije, bueno, yo quiero hacer un disco y empecé a trabajar en ello con mis canciones. Al final hice tres discos independientes y en paralelo trabajé haciendo música de concierto. La composición la estudié en clases particulares con compositores como el maestro Domingo Lobato. Como cantautora no me gusta ser definida; voy desde el pop rock hasta la música de concierto, soy demasiado inquieta”, dijo.
Desde la docencia y lo académico, la cantautora ha logrado percibir la importancia de este tipo de programas como PECDA, los cuales, según menciona, estimulan el quehacer artístico y promueven que el artista pueda enfocarse únicamente en la creación de sus proyectos, mismos que muchas veces son infravalorados.
“Son terrenos muy áridos los artísticos, por lo tanto, estas becas estimulan el quehacer y direccionan al artista. Muchas veces, lo artístico vale menos que lo académico; un libro te da más puntos que un disco, una conferencia magistral te da más puntos que un estreno con la Filarmónica, pero yo no creo que valgan menos o que sean menos”, dijo.
“Platicando con un maestro artista, sin decir nombres, él tiene que dar 46 horas de clase a la semana. ¿A qué horas practica su arte?”.
Por ahora y con el apoyo del PECDA, Marón planea continuar dando clases en el CUAAD hasta el momento de su jubilación y haciendo música y pintando: “Creo que voy a seguir haciendo música lo que me reste de vida, es algo que necesito y que me hace feliz”, finalizó.









