A pesar de los esfuerzos realizados en el Hospital Civil de Guadalajara (HCG) Fray Antonio Alcalde para captar donadores, cayeron las donaciones cadavéricas para trasplante de órganos y tejidos.
“Las donaciones se están identificando y solicitando, y podrían hacerse, pero las familias suelen dar respuestas negativas, ya que tienen miedo de prolongar su estancia en el hospital por la pandemia de COVID-19”, afirmó José Eduardo Tapia Alcalá, coordinador hospitalario de Donación de Órganos y Tejidos del HCG Fray Antonio Alcalde.
Al ser entrevistado con motivo del Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos, que es celebrado el 26 de septiembre, Tapia Alcalá explicó que antes de la pandemia había de 20 a 25 donaciones cadavéricas al año, en promedio, ya sea generadas en el hospital o que provenían de otros nosocomios sin programas de trasplantes o un receptor idóneo.
De esas 20 o 25 donaciones, en promedio, 10 a 12 aproximadamente son por muerte encefálica y el resto corresponden a pacientes fallecidos por paro cardiorrespiratorio irreversible.
Bajan las donaciones debido al Covid pese a largas listas de espera
El año pasado hasta marzo, antes de la pandemia por COVID-19, hubo dos donaciones cadavéricas, ya sea generadas en el hospital o que provenían de otros.
En este año no ha habido ni donaciones multiorgánicas, ni multitejidos generadas en este hospital, dijo y aclaró que este 2021, desde mayo a junio, a raíz que hubo semáforo verde por la pandemia de COVID-19, hubo una donación cadavérica multiorgánica generada en el Hospital Valentín Gómez Farías, de la cual salieron beneficiados cuatro pacientes: dos de trasplante renal y dos de trasplante de córnea.
De acuerdo con datos proporcionados por el Consejo Estatal de Trasplante de Órganos y Tejidos, hasta julio de 2021 en Jalisco había 5 mil 462 pacientes en Jalisco en lista de espera, de los cuales 4 mil 556 requieren riñón; ochocientos cincuenta y nueve córnea y 45 hígado, dijo Tapia Alcalá, y añadió que a nivel nacional hay más de 22 mil personas en esta condición según la base de datos del Centro Nacional de Trasplantes.
Con una donación cadavérica multiorgánica y multitejidos se podrían beneficiar cincuenta y siete pacientes o más, que por ejemplo pudieran requerir córneas, páncreas, pulmones, corazón, hígado, intestino, riñones, piel o válvulas cardiacas.
Covid no debería afectar a las donaciones
“Si una familia nos dice que sí acepta hacer la donación se harían los esfuerzos para que se puedan procurar los órganos y tejidos de su familiar aquí en este hospital, y pueda beneficiarse a pacientes de algún hospital público que en estos tiempos de COVID-19 tengan licencia para trasplante”.
El especialista explicó que el uso correcto del cubreboca, el aseo de manos y permanecer en áreas amplias con sana distancia disminuye mucho el riesgo de contagio, “y en el hospital hay muchas áreas y jardines donde los familiares de un donador pueden esperar, y no es necesario que todos estén aquí”.
Además, las personas que puedan ir para que les apliquen la vacuna, deben hacerlo, recomendó el especialista. Una opción más es que los familiares podrían retirarse del hospital y se les avisaría cuando ya haya terminado el proceso de donación.
Los familiares deben tener la seguridad y confianza de que el proceso de donación se hará lo más rápido posible, para que ellos puedan hacer los trámites funerarios de su ser querido.
El proceso
El especialista dio pormenores sobre los pasos de preparación del donador cadavérico. Destacó que, lamentablemente, hay ingresos al hospital de personas con traumatismo craneoencefálico o impacto directo en el cráneo como consecuencia de un disparo por arma de fuego o accidente vial, entre otras causas.
Si el Servicio de Neurocirugía reporta que tiene daño neurológico, a pesar de que fue intervenido quirúrgicamente y no hay mucha respuesta, ni mejoría, el paciente es detectado con muerte encefálica clínica, que es corroborada con estudios de gabinete como tomografía o resonancia magnética o electroencefalograma.
Si es confirmado que ya no hay actividad cerebral o ya no hay flujo sanguíneo dentro del cerebro, entonces se le diagnostica muerte encefálica.
Una vez diagnosticada la muerte encefálica, un médico especialista, ya sea neurólogo o neurocirujano, médico internista, médico intensivista o urgenciólogo tiene que dictaminar la pérdida de la vida, en un documento oficial avalado por el Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos (CETOT).
“Posteriormente recibo autorización para entrevistar a la familia. Le explico el proceso, así como las bondades y beneficios de la donación, y si tienen dudas las aclaro, y si la familia acepta, entonces firma un consentimiento».
Si la familia acepta hacer la donación, se manda realizar la prueba PCR al cuerpo para detectar COVID-19. Además, se le hacen exámenes de laboratorio para determinar la viabilidad multiorgánica, se verifica, por ejemplo, que los riñones y el hígado estén funcionando, y que el corazón es viable para ser trasplantado.
Es realizada también la búsqueda de receptores de los órganos y tejidos que la familia haya decidido donar, y son hechas pruebas de compatibilidad con los receptores. Luego, el cuerpo del donante entra al quirófano para la extracción de órganos y tejidos que la familia previamente autorizó.
Semana tras semana Vigilancia Epidemiológica evalúa, valora, y con base en ello decide autorizar trasplantes o no en el hospital. Uno de los requisitos es tener disponibles en Terapia Intensiva camas libres de COVID 19.
Aclaró que si en el HCG Fray Antonio Alcalde hubiera donadores cadavéricos, se trataría de atender alguna urgencia nacional (de corazón o hígado) o se buscaría distribuir los órganos en hospitales públicos de primera instancia del estado, siempre y cuando tengan la disponibilidad y activos los programas de trasplante.