Armando Nieves

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Desde niño sólo soñaba con patear un balón de manera profesional. Era consciente de que el reto no sería fácil y que para conseguirlo había que trabajar duro. Pero con el apoyo de su familia y con una fe inquebrantable, Armando Nieves fue dando pasos hasta su meta a pesar de las condiciones y los obstáculos a los que se enfrentaba en la vida diaria.

Nacido en el barrio del Bosque, de Barranquilla, uno de los más peligrosos de la ciudad colombiana, a decir del propio jugador, fue forjando su futuro futbolístico que hoy le ha dado una nueva oportunidad en el futbol mexicano, al incorporarse a los Leones Negros luego de su paso por el futbol europeo.

El inicio
Soy de una familia muy humilde, le doy gracias a Dios porque sin ellos no sé qué sería de mí, fueron el principal motor de mi vida. Mi madre tenía que hacer almuerzos, levantarse a las 3 de la mañana e ir conmigo a llevarnos a unas construcciones y me sentía muy feliz; gracias a mi madre y a mi padre me pagaban la mensualidad en la escuadra de Carlos “Pibe” Valderrama, era una academia de niños de dinero, y como nosotros no teníamos mi mamá hizo un sacrificio, ya que en ese tiempo estaban exportando muchos jugadores. Me adentré en el futbol en esa escuela y a los 2 o tres meses no vi resultados, vi que jugaban los elementos de dinero que no sabían patear una pelota y le dije a mi mamá que no pagara más y me fui al Junior de Barranquilla. Se hablaba de que sólo jugaban con influencias, y yo dije bueno, yo no conozco a nadie y nadie me conoce a mí, yo voy a ir a lo que Dios quiera y mi única palanca es Dios, y fui, entrené y me hice como futbolista.

El camino
En mi camino hubo muchas dificultades, en el tema futbolístico muchas personas no confiaban en mí, pero soy una persona con una autoestima muy alta, siempre confiando en Dios y si tenía limitaciones trabajaba fuerte para superarlas. El profesor me decía: “Las cualidades que tienes tú, no las tiene nadie, eres muy fuerte, los demás pueden ser técnicos pero tú eres fuerte y la técnica la puedes adquirir trabajando”,  y gracias a Dios la adquirí. Hay compañeros que me criticaban y hoy en día muchos de ellos ya no están en el futbol.

El futbol europeo
Polonia fue una gran experiencia, haz de cuenta como si tú te fueras a China, no entiendes nada. Traté de adaptarme lo antes posible, al frío de menos de 20  o 15 grados,  las personas son muy serias, parece que están enojados contigo, pero conociéndolas a fondo son grandes personas, futbolísticamente quedé campeón y me vengo de Europa con un logro que no todos consiguen.

Leones Negros
Estoy feliz de estar aquí, ya había tenido la oportunidad de jugar en el futbol mexicano, lamentablemente fue corto por una lesión. El futbol da muchas vueltas y siempre tuve fe en volver. El entrenador me había comentado del proyecto, lo asumí con mucha responsabilidad. Al profe Daniel en el poco tiempo que estuve con él en Veracruz le aprendí muchas cosas. Yo jugué un ascenso con el América de Cali de Colombia, estuve en ese proyecto de subir a la máxima categoría y la final perdimos porque faltó algo, no existía esa unión que es fundamental en un equipo. En el caso de UdeG vamos por buen camino, los compañeros están con la ilusión de subir al plantel, aquí todos somos familia y eso es fundamental. Estamos trabajando fuerte y vamos paso a paso.

El alma en la cancha y en sus raíces
Yo trato de demostrar mi profesionalismo en cada partido, dejar el alma por la UdeG, porque pienso que en lo general hay jugadores que juegan por el dinero; yo juego por amor al futbol, es mi sueño desde chico y gracias a Dios se cumplió el sueño. Yo nací en el barrio del Bosque, muy peligroso; ya una Navidad fui a llevar juguetes, el año pasado no pude, espero poder regresar en diciembre próximo.

La humildad
La prepotencia no lleva a nada, y había muchos prepotentes porque eran buenos jugadores y se creían en el 11 ideal, pero no tenían lo más importante, que es la humildad. Yo tenía un buen corazón y ganas de entrenar fuerte todos los días, yo tenía limitaciones, pero siempre escuchaba al profesor, incluso había profesores que hablaban mal de mí, pero Cristo fue mi fortaleza y fui el primero del grupo en salir de Colombia y fue una gran alegría. Los técnicos me decían que yo iba a estar en Europa, que era un buen jugador pero que tenía que cambiar mi corazón, y yo le decía que no podía cambiar mi corazón, de pronto yo era muy confiado y quería a mis compañeros, soy muy alegre y siempre he sido así, he sido la misma persona y estoy orgulloso de lo que soy hoy en día.

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