Abunda el agua en el AMG, pero hay escasez en las colonias de bajos recursos

Esta contradicción fue señalada por experto de la UdeG en la primera charla ofrecida en el espacio que abrió el CUCEA para tratar temas de interés para la comunidad universitaria

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Si por un lado existen colonias donde no hay servicio de agua potable, en otras hay frecuentes inundaciones. Foto: Archivo UdeG

El tratamiento adecuado de la totalidad de las aguas negras, la potabilización del agua de lluvia, además de surtir a la población del vital líquido para superar la desigualdad persistente en cuanto a disponibilidad y suministro, son algunos retos que enfrenta el Área Metropolitana de Guadalajara, una metrópoli que se encuentra ubicada donde hay abundante agua, pero también con escasez en zonas pobres, afirmó el Jefe del Departamento de Estudios Regionales (INESER), del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Jesús Arroyo Alejandre.

El universitario participó como ponente en la conferencia “Agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara: retos y oportunidades”, como parte de “Dialogando con…”, espacio en vivo, transmitido de manera virtual, en el que se abordan temas de interés para la comunidad universitaria y la sociedad. La trasmisión fue a través del sitio oficial de CUCEA, en Facebook.

Para canalizar gran parte de las aguas negras a las plantas tratadoras de Agua Prieta y El Ahogado se requerirían canales o túneles de 10 a 15 kilómetros de largo, que no existen en partes de la ciudad. Muchas aguas negras que genera una población que se asentó en el Valle de Atemajac y creció hasta la ladera de la barranca, van a dar a la misma, enfatizó el académico.

Explicó que la ciudad tiene tres cuencas principales: San Juan de Dios, El Ahogado y Río Blanco. En la cuenca del Río Blanco no toda el agua negra va a la planta de tratamiento de Agua Prieta, sino a la barranca, y dicha cuenca no era urbanizable, de acuerdo con los planes urbanos de principios de los 80. Por supuesto, no tiene colectores ni planta de tratamiento. “Las pequeñas plantas que tenía Río Blanco ya no funcionan hace años”.

“Agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara: retos y oportunidades” fue la charla impartida por Jesús Arroyo Alejandre, investigador del INESER. Foto: Cortesía

En esta cuenca está el desarrollo Los Molinos, entre otros, donde viven decenas de miles de habitantes.

Denunció que la Cuenca de El Ahogado, de acuerdo con los planes urbanos de los 80, era también una zona no urbanizable porque se estanca el agua, pero los planes no se respetaron, sigue la urbanización regular e irregular, y la ciudad ya está llegando a Chapala, prácticamente.

Explicó que el agua de lluvia, para su aprovechamiento, se tiene que potabilizar, lo que es muy costoso para una ciudad, y añadió que no hay una red de colectores de agua de lluvia suficientes para evitar las inundaciones, ya que el crecimiento poblacional rebasó los que ya había.

“El último colector se construyó entre los años 70 y 80, y ha sido una de las inversiones más fructíferas y grandes para el control del agua, pero ahí se quedó, ya no hubo más, y de esa red primaria se han colgado al menos un millón más de habitantes, con su respectiva mancha urbana, y esto hace que en muchas partes haya inundaciones”, dijo.

Para tratar el agua residual, una alternativa es construir plantas tratadoras pequeñas, que sean cuidadas por vecinos, por la comunidad y el municipio. Esta opción sería más barata en términos económicos.

Señaló que en el AMG hay una contradicción: zonas que se inundan y otras que carecen de agua potable por falta de infraestructura. Hay áreas pobres de la ciudad que no tienen agua entubada, que hacen uso de diablitos o se surten a través de pipas.

Explicó que la falta de infraestructura muchas veces tarda en ser construida para zonas pobres, y esto tiene que ver con la desigualdad económica y la administración y gobernanza del agua.

Los recursos no son suficientes para integrar las nuevas urbanizaciones a la red de agua, sobre todo en las zonas pobres.

Destacó que Guadalajara, durante los años 50 del siglo pasado, contaba con riachuelos, reservas en los Colomos, la Primavera, una laguna (que hoy es un parque de Zoquipan), además de nacimientos de agua en Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlaquepaque, pero desaparecieron por la mancha urbana.

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