La licenciatura en Artes Escénicas para la Expresión Dancística de la Universidad de Guadalajara cuenta ya con más de cincuenta años de haber sido creada, al surgir como parte de los talleres de la Escuela de Artes de la Casa de Estudio, y que surgió como una necesidad para nutrir al Ballet Folclórico de la universidad, que en este 2016 cumple medio siglo de vida.
El coordinador de los programas de nivelación en artes del CUAAD, Ismael García Ávila, señala que la carrera, desde la conformación curricular, es un parteaguas y un referente en el ámbito nacional, porque al estar en una red universitaria, las carreras trabajan desde la etnomusicología.
No se dan ya los estados geográficos como una pieza de un lugar a ejecutar; el discurso estético y pedagógico, filosófico y didáctico de la carrera es desde la articulación cultural de una región.
García Ávila dijo que del programa académico han salido varios artistas de prestigio nacional e internacional, como el maestro Rafael Zamarripa, quien fue uno de los primeros coreógrafos del ballet folclórico, y que también dio clases en la Universidad. De ahí egresaron Paulina Mercado, la primera bailarina del ballet folclórico de la Universidad de Guadalajara, y el bailarín y coreógrafo Rafael Carlín, entre otros. En el programa de nivelación estudió quien es medalla Bellas Artes 2015, Cecilia Lugo, directora de danza contemporánea.
García Ávila señala que el modelo ordinario y el de nivelación de la carrera contribuyen a la formación profesional en el país, con artistas que siguen en la escena o como parte de la misma.
La carrera cuenta con doscientos cincuenta alumnos en el programa ordinario. En el programa de nivelación, veintitrés bailarines, de cinco estados. Casi el cincuenta por ciento son alumnos del estado y de la república. Aproximadamente cuarenta personas ingresan a la carrera, la cual tiene especialidades en danza folclórica y contemporánea.
