El hombre y la información es un mural escultórico único en el país, ya que no sólo plasma la cronología de los recursos tecnológicos e intelectuales, como el libro, la imprenta y las transmisiones vía satélite, sino que es un instrumento didáctico de la bibliotecología y las disciplinas del campo de la información, señaló Helen Ladrón de Guevara y Cox.
Pionera y promotora del desarrollo de las bibliotecas en Jalisco y el Occidente del país, maestra en Bibliotecología por la Universidad de Nueva York, Ladrón de Guevara impartió la conferencia magistral “El hombre y la información: un mural escultórico único en bibliotecas de México”, con la cual se abrió oficialmente —la semana pasada—,el ciclo de charlas para el fomento de una cultura bibliotecaria.
La obra, de la autoría de Rafael Zamarripa Castañeda, está ubicada en la Biblioteca Manuel Rodríguez Lapuente del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), sede La Normal, y fue ahí donde se llevó a cabo la conferencia.
“Este mural es único en México. No hay ninguno que enfatice la labor del hombre en torno a la información. Empieza en la prehistoria hasta terminar con las tecnologías de la información, lo cual fue visionario pues se realizó en la década de los ochenta. Este producto combina el arte con la bibliotecología”, afirmó Ladrón de Guevara y Cox.
Explicó que el objetivo de este mural cuando se concibió, en 1983, fue enriquecer el espacio bibliotecario con una obra artística y acrecentar el patrimonio cultural de Jalisco y México. El prestigiado maestro Rafael Zamarripa donó de forma desinteresada su trabajo, agregó.
Destacó que para poder crear el concepto de cada uno de los cuarenta paneles, se sustentó con una investigación muy seria en el Instituto de Bibliotecas que dirigía entonces. El maestro Zamarripa se encargó de plasmarlo artísticamente de forma excelsa, indicó.
Explicó que para la realización se contó con asesores externos, entre ellos Juan López Gil, cronista de Guadalajara, el ingeniero Federico Solórzano Barreto, así como Héctor Hernández, de la Biblioteca Pública de Chicago y Mario González de la Biblioteca Pública de Nueva York.
Presente en la charla, la maestra Elisa Martha Enciso Durán, quien también participó en el proceso de elaboración, recordó que Zamarripa en su estudio elaboraba las figuras y lo hacía con barro que mantenía húmedo gracias a rociadores y que luego, en grandes moldes, les aplicaba fibra de vidrio.
“Me estremece contarlo porque me emociona. Quiero pedirle que lo cuiden, muchachos”, dijo Enciso Durán a los jóvenes presentes.
El espectador disfrutará de un recorrido que inicia con el descubrimiento del lenguaje y que pasa por la labor de escribas sumerios, egipcios, griegos y asirios, el descubrimiento del papel y la primera imprenta de tipos móviles en China.
También se representa, en el panel central, a la primera imprenta con caracteres movibles de Juan Gutenberg, pasando por la persecución al libro y misión de las bibliotecas, su organización, la gestión de la información y la modernización de las tecnologías de información.
También hay paneles dedicados a los tlacullos (pintores de códices mexicanos) y a los impresores mexicanos como Antonio de Espinoza y Francisca de Benavides.
