Es cierto eso de que la televisión es una caja mágica, pero también una afirmación exagerada. A veces algunas noticias las veo tan infladas, que hasta dan miedo y me las creo. Cuando platico con amigos sobre la violencia, corroboro que se resisten salir de sus casas.
Es mucha la paranoia, y si bien lo dicen, si nos seguimos encerrando, estamos dando paso a que otros nos ganen esos espacios.
La televisión sólo nos ofrece apenas unos cuadros de una realidad. El imaginario fantasea y nacen las leyendas urbanas.
Recibimos información a cuentagotas. Mucha la dejan para los noticieros de la tarde o noche. Si a esto le sumamos que las redes sociales están haciéndole también a la reporteada, pues nuestro cerebro se satura de tanta información, y gana la emoción y pierde la racionalidad.
No soy experto en medios de comunicación, sin embargo considero que debemos ser objetivos al ver televisión, saber escuchar y no sólo oír para procesar la información y que ésta no logre embobarnos.