Me da gusto leer los poemas publicados la semana pasada (edición 736, de La gaceta), porque desde hace mucho tiempo no leía la poesía de Jaime Casillas. Lo último que leí fue un empastado titulado: Palabra de Casandra que encontré en casa de un amigo en común, una edición pequeña que había hecho para obsequiar a sus amigos más cercanos, por el tema que trataba.
Ahora encuentro que dos de los poemas editados esta vez tienen relación directa con los publicados en Palabra de Casandra, que me parecen estupendos, porque son de una fluidez, claridad y llaneza, que no intentan disfrazar tras la utilización de recursos literarios como las metáforas y las figuras retóricas la cuestión gay.
Para quienes habíamos leído su libro de prosas poéticas: Folios de aguatinta, editados por Ediciones Arlequín, sabíamos del hábil manejo de los recursos literarios y su capacidad, para la disposición de cada texto poético y de la estructuración de los mismos en el engranaje del libro. También en lo escrupuloso en la selección de los temas a poetizar. Poemas de tema gay.
Y sí se nota que sigue siendo cuidadoso en el manejo de los recursos literarios para hilar versos simples que tejen entre sí una compleja trama textual como en el poema “Doping”, editado en el suplemento de cultura, donde con el “pretexto” del cuerpo libre de sustancias prohibidas hace un recorrido a ejemplos literarios de la valentía, fortaleza y sagacidad, no sólo física, sino también intelectual, que se contraponen a los ejemplos de vanidad, orgullo e hipocresía, que surgieron a través de la historia. Con la publicación de estos poemas: “Casa del placer” y “Desayuno en Chai”, de seguro que ya tiene su siguiente libro bajo el brazo.