A la alza los indicadores de pobreza

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En México el gasto a programas y estrategias de tipo social ha incrementado de 38 por ciento en 1992, a 60 por ciento en 2006, ello no ha sido reflejado en avances en materia de desarrollo y bienestar de la población, señala un informe sobre la materia,  realizado por la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Dicho documento llamado Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México 2008, que fue presentado en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), señala que si bien hay indicadores positivos en el aumento de la cobertura de los servicios básicos, la esperanza de vida al nacer y una reducción en la pobreza, aún hay población en todo el país con bajos índices de bienestar y acceso a seguridad social.
Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo de Coneval subrayó que durante 2006 había 44.7 millones de mexicanos en pobreza y la reducción de esta ha sido lenta, en gran parte debido a que no hay una importante generación de empleos formales, y por ello el ingreso salarial promedio de los connacionales se ha mantenido al mismo nivel que hace más de diez años.
Existe un importante reto en materia de mortalidad infantil y materna pues en 1990 morían al dar a luz 89 mujeres por cada cien mil nacimientos, esta tasa en el 2006 era de 62 mujeres por cada cien mil partos, además de que el número de niños con baja talla en zonas rurales es de 33.2 por ciento  y en las ciudades de 12.5 por ciento.
El actual “descalabro económico” intervendrá sin duda en estas variables y  podría incrementar el número de pobres y hacer más paupérrimas sus condiciones de vida, como ocurrió en 1995. “Estamos ante problemas económicos importantes, los gobiernos federal y locales tienen que tener las antenas bien puestas para entender cómo revertir esta posible tendencia”, señaló Hernández Licona.
El investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Sobre Antropología Social de Occidente, Agustín Escobar, consideró como indispensable que haya una evaluación de cada uno de los sectores de la administración pública que recibe impuestos a fin de conocer cómo están haciendo su trabajo, qué programas implementan, si funcionan y cuáles hay que mejorar.
Jalisco es uno de los cinco estados con mayor número de población en situación de pobreza. De acuerdo con los datos de censo nacional de población de 2000 y el Conteo de población de 2005, en el estado ocho municipios presentaron cambios significativos en sus niveles de miseria, sólo seis lograron disminuirla y en 112 no hay cambios significativos para combatirla.
Ante ello, Enrique Valencia, investigador de la Universidad de Guadalajara, agregó que hay una duplicidad de esfuerzos a escala federal y estatal. Citando resultados del informe, de los 179 programas sociales instrumentados por el Gobierno de la República, 26 están dedicados a los microcréditos, mientras que exclusivamente en Jalisco existen 200 de ellos.
Enfatizó la necesidad de evaluar la eficiencia de los programas y los recursos que se invierten en ellos, mediante estudios que indiquen la relación costo beneficio y que hagan un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas.
“Hay una ausencia de debate ante información como ésta. Este tipo de informes deberían ser debatidos y analizados en la sociedad y entre las comunidades académicas para profesionalizar los esquemas de rendición de cuentas y fomentar la participación social en las estrategias y políticas públicas”.

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