Entregó UdeG Honoris causa

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Por sus contribuciones a la investigación de la historia mexicana, así como a la cultura y el proceso democrático, la Universidad de Guadalajara (UdeG) le entregó el grado de Doctor Honoris causa a Enrique Krauze Kleinbort, en una ceremonia realizada en el Paraninfo Enrique Díaz de León.

El Rector General, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, subrayó que, ante todo, Krauze es un universitario. Pero no sólo esto, sino que es un editor comprometido, investigador riguroso e incansable, y es considerado uno de los grandes historiadores de México.

“La obra de Enrique Krauze lo convierte en un mexicano excepcional. Si bien no fue el único intelectual que sostenía que México debía avanzar hacia un cambio de régimen, sí fue el primero que en los años 80, y contra toda corriente, se atrevió a sustentar que el país debía, y podía, transitar hacia una vida democrática”, dijo Bravo Padilla.

El rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Héctor Raúl Solís Gadea, subrayó que Krauze —influenciado por intelectuales como Octavio Paz— adquirió la voluntad para descubrir los ropajes falsos con los que se oculta la arbitrariedad política y la entereza moral para examinar los hechos incómodos de la historia.

“Para la Universidad de Guadalajara, el doctorado Honoris causa de Enrique Krauze tiene un significado particular, su pertenencia a este claustro nos reconcilia con nuestra tradición liberal”, destacó.

Krauze dijo sentirse honrado porque la institución académica que le entrega el galardón es una de las más nobles y antiguas, una de las más dinámicas y creativas del país.

Durante su discurso hizo un breve retrato de notables jaliscienses y universitarios, cuyos ideales procura seguir, manifestó. Se trata de Valentín Gómez Farías, Mariano Otero, José María Vigil, Ignacio L. Vallarta, entre otros. “Por eso, me honra ser Honoris causa por la UdeG”, concluyó.

La escritura sin límites de Glantz
Poseedora de una inteligencia, originalidad y sensibilidad arrebatadoras, la escritora Margo Glantz Shapiro recibió el Doctorado Honoris causa por la Universidad de Guadalajara.

“Nuestra homenajeada ha escrito una prolífica obra constituida por novelas, cuentos, ensayos, textos académicos y artículos para revistas, libros, periódicos y medios electrónicos, que han contribuido al estudio de las letras novohispanas y la defensa de los derechos de las mujeres”, señaló Bravo Padilla.

Glantz “convierte el espacio de la escritura en el lugar sin límites”, dijo, y subrayó su incursión en las redes sociales, particularmente en las plataformas de twitter y facebook, donde alguna vez publicó la siguiente frase: “Me acuerdo que cuando era joven tenía un novio que me enseñaba El Capital de Karl Marx. Aprendí al mismo tiempo el amor y la plusvalía”.

La jefa del Departamento de Letras del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Patricia Córdova Abundis, dijo que Glantz ha creado en su obra una tierra firme y un territorio libre.

Margo Glantz, autora, entre otros libros de Las genealogías y Coronada de moscas, no habló de sí misma, sino que su discurso lo dedicó a evocar a la Comala de Juan Rulfo y la forma en que sus personajes se desvanecen y aparecen de repente. “Quiero hacerlo así porque aún celebramos su centenario”, dijo.

“Si leo con atención y por centésima vez Pedro Páramo, y comparo el libro publicado con las distintas versiones que Rulfo dejó en sus cuadernos —agregó Glantz—, advierto de inmediato una curiosa, por no decir perversa, relación con la paternidad. Una paternidad colectiva, confusa, en general anónima y muchas veces incestuosa. Porque Comala, además de estar lleno de ruidos, voces, canciones lejanas, como se dice en el texto, está poblada por varios de los hijos bastardos de Pedro Páramo, de los cuales sólo sabemos que, además de ser sus hijos, como explica el arriero Abundio —él mismo es uno de ellos—, sus madres los han malparido en un petate”.

Margo Glantz es Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2010), investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); y creadora emérita del Sistema Nacional de Creadores de Artes (SNCA), del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

Sassen y la ciudad global
La UdeG entregó la medalla conmemorativa del Doctorado Honoris causa también a Saskia Sassen por sus aportes a la sociología a través de su producción académica y difusión científica.

A esta socióloga se le atribuye el término de “ciudad global”, acuñado en 1991 con la publicación de su libro The global city. El término se refiere a aquellas urbes como París, Nueva York, Tokio y Londres, que tienen influencia global a través de la política, la cultura y lo económico.

Contó que entró en el tema de ciudad global por los limpiadores nocturnos de Wall Street. “Yo entré en Nueva York ilegalmente. Llegué a esa ciudad con 50 dólares y empecé a trabajar como limpiadora. Las otras compañeras tenían diploma de enfermeras y provenían de el Caribe, eran más educadas y mayores que yo”, declaró.

“Ellas me enseñaron algo: que ser una mujer de limpieza era solo un momento, en una trayectoria que podía tomar momentos distintos. Aprendí que marcar a un individuo por una posición de trabajo puede ser un gran error”, subrayó.

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