Ficción sonora

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La Cooperativa Audiovisual, formada por egresados del Departamento de Imagen y Sonido (DIS) de la Universidad de Guadalajara, tiempo atrás hizo un cortometraje que participaría en un festival de cine de Oaxaca para personas con discapacidades visuales. Para que esas personas lo comprendieran se les hacía una traducción de imágenes a narración. De ahí nacería la idea de realizar ficción en el plano sonoro, por la falta de contenido artístico especialmente generado para el sentido auditivo.

Esto lo dijo el director de la cooperativa, Pablo Orta, quien agregó que de ahí surgió La orilla del mundo, una serie de audiocuentos para jóvenes y adultos inspirados en la fantasía rural mexicana, hechos por la cooperativa.

Los audiocuentos, que tienen el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco a través del programa Proyecta, se presentarán el viernes 22 de abril a las 17:00 horas en la sala José Luis Martínez de la librería Fondo de Cultura Económica.

Orta explica que los cuentos fueron diseñados con un ambiente sonoro similar a las radionovelas de antes, pero con su estilo propio, que echa mano del auge y las posibilidades del podcast, con una mayor producción.

Los cuentos son originales de Orta y de Carlos Espinoza, que también es miembro de la cooperativa, así como Guillermo Guzmán, Laura Ramírez, Roberto Pérez y César Zayas, quienes también participaron en esta obra.

La cooperativa se formó en el último año en que sus integrantes estudiaban en el DIS. Sus trabajos anteriores han sido una serie de televisión, documentales, cortometrajes, coproducción de películas.

La orilla del mundo está compuesta por diez cuentos que suceden en pueblo ficticio de Jalisco llamado La Orilla. En la presentación del viernes se darán a conocer tres de ellos, y después quincenalmente estarán disponibles el resto a través de internet. Todos de forma gratuita.

Cada cuento es diferente, su relación principal es con el espacio en que ocurren, y el énfasis está puesto en la atmósfera, y los diálogos, a través del narrador. Forman parte de la misma construcción de sonido que se asemeja a la banda sonora de una película.

Para los cuentos no se pensó en un formato físico para lanzarlos, ya que considera Orta que es la manera más accesible para que todos lo puedan buscar y obtener.

La intención del proyecto, dice Orta, es que “todos necesitamos expresarnos estéticamente, y ahora hay una demanda por contenidos que sean más incluyentes. Es lo que buscamos, porque hay personas que no pueden ver y tienen que conformarse con lo producido en el mundo de las imágenes. Pero todos queremos escuchar historias, y gran parte de la oferta que hay de manera sonora siempre está dirigida hacia los niños, pero sabemos que la gente adulta también tiene esta necesidad”.

Orta considera que a pesar de que hay mayor impacto de lo visual en los medios, hay muchos momentos en que este tipo de entretenimiento no puede ser apreciado, como cuando la gente va en sus autos, sale a caminar o correr, por lo que afirma que sí hay un público para los trabajoso auditivos, más allá de los niños o las personas con discapacidad visual.

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