“Me sentí más solo que nunca”

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Aunque le costó pasar injustamente doce horas en la cárcel, Daniel Raygoza Toscano no se arrepiente de haber videograbado a un elemento de Tránsito que pedía un soborno a un chofer del transporte público.

“Fue un acto, ahora que lo pienso, de cansancio a la corrupción en todos los niveles. Por eso tomé la decisión de grabar el video, y lo volvería a hacer. Y espero que esto sirva para que todos los ciudadanos denuncien y no dejemos que pasen estas cosas”,  afirma el alumno del séptimo semestre de la licenciatura en Mercadotecnia, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

El 20 de abril, elementos de la Secretaría de Movilidad extorsionaron a un chofer del transporte público.

El estudiante universitario grabó el hecho con su teléfono celular. En respuesta, fue agredido por Diego Guízar Ulloa, quien con palabras altisonantes presumió ser abogado, lo sometió con una llave que le causó un esguince cervical y luego pidió a policías de la patrulla G-4099 detenerlo.

El video se viralizó en redes sociales. La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) abrió de oficio el acta de investigación 27/2015/IV y el Secretario General de Gobierno, Roberto López Lara, en una reunión privada le ofreció al chico una disculpa a nombre de las autoridades.

El policía vial Guízar Ulloa fue consignado por los delitos de lesiones y abuso de autoridad, y fue puesto a disposición del Juzgado Décimo Quinto de lo Penal.

La Constitución Política tutela el derecho a la información y a la libre expresión en los artículos 1, 6, 7 y 9, y las tecnologías de la información permiten poner ante el escrutinio público a cualquier funcionario, pero eso parece no gustarles mucho. En los dos últimos años la CEDHJ recibió trece quejas contra servidores que abusaron de ciudadanos por ser videograbados.

Doce horas en los separos
“Ya me jodieron”, dijo en voz alta el conductor de la Ruta 78, cuando a la altura del Panteón Nuevo elementos de la unidad V-39 de la Secretaría de Movilidad  le pidieron mordida.

Eran aproximadamente las 12:45 del 20 de abril. Daniel se dirigía al CUCEA en ese camión. Vio que el chofer, resignado, contó alrededor de 350 pesos en monedas  para entregarlos a los uniformados. Los pasajeros mostraron su molestia.

Para documentar el abuso, el joven salió y comenzó a grabar tanto la unidad como el rostro de los agentes de tránsito.

“Ya no pude grabar más porque el oficial puso toda la fuerza hacia mí. Yo jamás puse alguna fuerza hacia él. Luego me estampa hacia la pared que estaba a unos metros. La gente se le dejó ir: ‘por qué lo golpeas’,  ‘él no hizo nada’, le decían, pero él insistía en que supuestamente lo agredí.”, narra Raygoza.
A media trifulca, pasó la patrulla  G-4099 de la Policía Municipal de Guadalajara. Raygoza pensó que detendrían al agresor, pero sucedió lo contrario y lo detuvieron a él.

“Molesto, indignado, golpeado, humillado me subí a la patrulla. Por voluntad propia. Preferí no oponer resistencia alguna. Estuve en los separos municipales, en calidad de detenido por agresión verbal. Pasé doce horas ahí. Y me sentí más solo que nunca”.

Solidaridad universitaria
“Esta Casa de Estudio condena enérgicamente la acción de arbitrariedad y el abuso de autoridad del agente vial y de los elementos de la policía. Instamos a las autoridades municipales a investigar y sancionar, conforme al Estado de Derecho, a quienes resulten responsables de estos acontecimientos.

Esta institución brinda su respaldo y acompañamiento legal al joven afectado por estos lamentables sucesos”, es el comunicado que emitió la UdeG al respecto.

La asesora jurídica de la rectoría del CUCEA, Claudia Virgen, se puso en contacto con el estudiante y le ofreció el acompañamiento legal. Comenta además que, si así lo solicita, están a disposición de lo que el joven requiera en las denuncias que presentó contra el agresor.

Actuar para el cambio
Luego de que Raygoza mostró al juez de barandilla el video y que el Parte de la Dirección de Servicios Médicos Municipales acreditó sus lesiones, se solicitó la detención del elemento, quien asesorado legalmente llegó con otro parte médico.

“Pero se enteró el Gobierno del Estado y Secretaría de Gobierno, y soy liberado por la situación, pues la evidencia era suficiente para demostrar que no hice nada. Roberto López, Secretario General de Gobierno, se pone en contacto conmigo, me pidió una disculpa de parte de las autoridades y me reuní con él. Le conté la situación, se indignó, y me dijo que estuvo en contacto con el rector Tonatiuh Bravo. Todos se solidarizaron conmigo”.

Raygoza presentó una denuncia por lesiones y abuso de autoridad, y pide que se aplique la ley.
“Como ciudadano, como estudiante, trabajador, hijo, persona, creo que no se vale, que por tener un poco de poder reaccionen así. No se vale que por tener una placa actúen de esa manera”.

Raygoza pide a la sociedad seguir fomentando la cultura de la denuncia: “Cuando estás dentro de una situación así te sientes solo, con miedo e incertidumbre. Pero cuando salgo y encuentro gente e instituciones que salen a respaldarte, es cuando sé que todo valió la pena para ir construyendo un cambio.”

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