Punchis punchis y balas

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    Es obvio que en el centro histórico de Guadalajara están reactivado los bares y antros. Diversión para todos puede encontrarse: desde el cafecito de antaño, hasta la disco de moda. Sobre estas últimas, en algunas el ingreso es pagando su respectivo cover y la revisión del cadenero. Las mujeres abren sus bolsas, los hombres son toqueteados de los tobillos, las piernas, la cintura y las axilas. Revisión exhaustiva.
    Hemos conocido casos que inician con peleas dentro del bar, llegan los de seguridad y siguen su lucha en plena vía pública.
    Sin embargo, el escenario cambia cuando aparecen armas de fuego. Ya han sonado los balazos dentro de bares. Hoy también lo hacen en la calle. Cuando el contrincante quiere escapar, el otro saca su pistola y dispara, mientras que en la esquina ya está el auto de los amigos del agresor para apoyarlo. Esto lo leemos en los medios.
    ¿Qué sigue después? ¿Ajuste de cuentas? ¿Cobro de deuda por gramos de droga?
    Mi punto de vista es: la seguridad en los bares y afuera de éstos, aunque sea a unos metros de ahí. ¿Tendría que haber detectores de metal en los bares? ¿Tendrían que implementar cursos de seguridad ciudadana para quienes trabajan en los antros?

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