La ignorancia va de la mano la estupidez y la decadencia. De la ignorancia vienen las desgracias. Y siguiendo la decadencia estúpida y las desgracias descubrimos que es el camino que nos  ha llevado a vivir como “vivimos” en este país.
Desconocer el porqué estamos aquí crea en nosotros un desconcierto causado por no haber encontrado aún el arte de nuestra vida, y éste desconcierto se adhiere a las personas que caminan con nosotros, ya que ellos caminaban con pasos semejantes y ante la perdida de uno comienza una reacción en cadena que termina creando una población de extraviados que no van a ningún rumbo y esperan a que alguien decida por ellos su siguiente paso.
¿Y tú? ¿Qué desconoces? Porque habrá que recordar que del tamaño de lo que ignoras es el tamaño del cáncer que propagas.