Al observar el manejo de animales en transportes, embarques, su permanencia en mercados ganaderos y rastros, así como los procedimientos para su matanza, “salta a la vista que en la gran mayoría de estas situaciones su bienestar no existe”, destacó la profesora emérita de la UNAM, Aline Schunemann, durante la VI Cátedra nacional de medicina veterinaria, efectuada en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
La profesora lamentó que en la propuesta de Ley Federal de Bienestar Animal, en discusión en el Senado de la República, “los animales de producción no figuran. ¿Qué, los animales de producción no merecen nuestra consideración?, ¿Nuestra obligación moral no los incluye?”
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores comentó que de acuerdo con estudios, hay similitudes entre la mente animal y la humana. Esto “permite asegurar que los animales sienten, se dan cuenta, tienen memoria y experimentan sensaciones de ansiedad y miedo”
Esos y otros datos “nos obligan desde luego a ponerle atención a su bienestar, evitarles incomodidad, ansiedad, miedo, sufrimiento, y hasta donde nos sea posible, aceptar que es deber ético procurarles el mejor grado de bienestar posible, ya que contribuyen en forma importante a nuestro bienestar”.
Reconoció problemas sobre este tema en México, entre éstos que no son acatadas las normas por los productores o no son conscientes que están tratando con seres vivos, aspecto que influye es el sistema de comercialización en México.
Planteó la necesidad de que las escuelas de medicina veterinaria y zootecnia del país la incluyan como materia en el plan de estudios. De las 40 instituciones en el país, “resalta el hecho que en ninguna se profundiza sobre instalaciones para ranchos, mercados o rastros. Tampoco se enseña sobre los vehículos para transporte de los animales, procedimientos de embarque y desembarque, entre otros aspectos”.
En la inauguración de la cátedra CUMEX, integrada por 23 instituciones, entre éstas la UdeG, el rector del CUCBA, Salvador Mena Munguía, resaltó que el bienestar animal va de la mano con la bioética, y más cuando los alimentos de origen animal tienen una alta prioridad de consumo.
“Todo indica que la demanda de productos pecuarios seguirá en expansión a tasas superiores a las del crecimiento de la población. Sin embargo, las tendencias indican que debemos producir más, aplicando los elementos del bienestar animal”.