Sexo entre comerciales

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Predomina el rosa, el negro y el rojo, el color más asociado con el sexo. De pronto aparece en pantalla una piel femenina, y después una masculina. Se deslizan una sobre la otra. Hay manos por todas partes que atrapan pliegues de carne mientras desahogan su proeza lasciva. Y los gestos… los gestos lo dicen todo. Una pareja que goza de su sexualidad. Imágenes como ésta aparecen de fondo durante el programa de orientación sexual que produce la Universidad de Guadalajara, mientras en primer plano la conductora camina hacia la cámara abordando esos temas, que en ocasiones sonrojan hasta al más audaz.
Lo seguro es que en este momento alguna pareja en el territorio jalisciense esté teniendo relaciones sexuales, pero es casi igual de probable que no esté tomando las medidas adecuadas de salud y planificación familiar.
Es la cultura conservadora, clásica, de la sociedad tapatía, lo que impide que la población tenga un nivel educativo capaz de prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. Tal y como lo comentó el doctor Osmar Juan Matsui Santana, jefe del Departamento de salud pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG): “Influye mucho esta cultura conservadora, porque ya ve que siempre están oponiéndose cuando salen los libros, o les quieren dar manuales [a los alumnos] con información reservada o distorsionada… en la Normal dieron un taller de capacitación a maestros, pero con libros que venían de grupos religiosos conservadores”.
Ante una postura así, la televisión con sus programas de orientación sexual, toma un papel importante. Hay temas que no se hablan en público pero sí en privado, comentó Alcira Valdivia, directora general del Departamento de imagen y sonido de la UdeG. Es así como el espectador encuentra en la televisión una alternativa a sus inquietudes respecto a los temas de sexualidad. La información llega a la intimidad de su casa, y tiene la opción de verlo de manera individual o con alguien más.
A pesar de que la sexualidad no sea un tema que se trate a profundidad en las escuelas, y en muchas ocasiones tampoco en los hogares, “a la sociedad tapatía le gusta informarse, le gusta saber de su cuerpo, de las relaciones de pareja, de su sexualidad, por eso le gusta ver estos programas, por eso la gente se desvela hasta la una de la mañana viendo el programa”, comentó Sugey González, directora del programa Sexo, luego existo, producido por la UdeG.
“El vivir plenamente la sexualidad es vivir plenamente como personas. Sexualidad no solamente es sexo. Es pensar en mi papel como hombre, como mujer, y en el rol que tenemos en la sociedad. Cómo me valoro… un cúmulo de ideas que a veces por las prisas o por esta cotidianeidad, nosotros no podemos o no nos sentamos a platicarlo con nosotros mismos, ya no se diga en pareja o de padres a hijos, ni siquiera nos atrevemos a pensarlo hacia nosotros mismos”, expresa Verónica Alcaraz, conductora de Sexo, luego existo, quien concluyó diciendo que “hay un gran retraso educativo, porque apenas con nosotros mismos lo empezamos a platicar”.
Las cifras lo evidencian. Ese gran retraso es la causa del incremento en las enfermedades venéreas y los embarazos no planificados. Tal y como lo indican las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que revela que en 2004 —cuando se realizó el último estudio en la entidad— nacieron 376 niños de madres menores de 15 años y 23 mil 233 niños de mujeres de entre15 y 19 años, sólo en Jalisco.
Y en cuanto a las enfermedades de transmisión sexual, también existen alarmantes indicadores de la falta de prevención. Cuantificó el doctor Osmar Juan Matsui que “Jalisco se encuentra entre los cinco estados con mayor número de casos de personas infectadas de SIDA. Y también el virus del papiloma humano, que se traduce en cáncer cérvico uterino, ha incrementado potencialmente”.
Es en las parejas jóvenes en las que más ocurren embarazos no deseados y la transmisión de algunas enfermedades venéreas. El doctor Osmar explica: “Actualmente los hombres inician su vida sexual entre los 16 y 17 años, y las mujeres entre los 17 y los 18. Generalmente no es un acto planeado lo que orilla a que no se tomen las precauciones necesarias ni la protección… Si es en la adolescencia cuando se tiene el primer coito, casi no utilizan el condón”. Ubicando así a los adolescentes como un sector carente de educación sexual.
Si ahora hay más medios de información que en décadas anteriores, ¿por qué va en incremento la ignorancia en cuestión de sexualidad? Porque la información que circula no garantiza una educación de calidad.
En las escuelas, la educación sexual se centra exclusivamente a lo que refiere la reproducción, y los programas de las instituciones de salud se enfocan principalmente a planificación familiar. ¿Y el placer? Es de lo que menos se habla en los programas de las instituciones gubernamentales, sin embargo, según los expertos es parte fundamental para mantener una convivencia armoniosa en la sociedad. “La salud sexual requiere una atención más integral: que incluya la reproducción, pero también el erotismo, la vinculación afectiva de pareja, y que, además, dé asesoría a parejas o a personas solas que quieren saber más, y para eso se requieren clínicas de salud sexual”. Pero en Jalisco no existe ninguna clínica con ese perfil.
En cuanto a la información que circula en los medios de información masiva, advierte el doctor Guillermo Orozco, especialista en televisión educativa en el Departamento de estudios de la comunicación social (DECS) de la UdeG, que la televisión, a pesar de ser una de las alternativas para orientar a la población, también tiene el riesgo de desinformar a los televidentes. “Cualquier programa de televisión educa aunque no se lo proponga, los receptores pueden aprender de toda la televisión así se trate de un programa serio de orientación o no… En el aspecto sexual, más bien se aprenden roles sexuales y comportamientos sexuales de las series, las películas, las telenovelas… que tienen sólo el propósito de divertir”.
Quien busca orientación por medio de programas de televisión debe asegurarse que sea un sexólogo quien avale los contenidos. Lo anterior es la recomendación de Guillermo Orozco, quien menciona además que son benéficos para la sociedad los programas que se dedican exclusivamente a orientar. “Vienen a llenar un hueco en la oferta televisiva. Qué bueno que existan esos programas, yo diría que es muy importante que la Universidad esté abordando este tema de manera seria, porque es una garantía para el televidente saber que una universidad está educando a través de un programa de sexualidad, porque hace mucha falta. Llena un medio en la oferta de los medios y en la educación incluso escolar, porque tampoco ahí se hablaba de sexualidad de esa manera”.
Un formato variado, con entrevistas, con cápsulas, con un lenguaje ágil es lo que busca el televidente para ser atraído, mencionó el doctor Orozco, eso es lo que necesita la sociedad en Jalisco para explorar más en temas de sexualidad. “El uso narrativo ameno, es lo que realmente engancha al televidente en la pantalla”.
Un hombre sentado en una silla puede hablar en televisión sobre sus problemas de eyaculación precoz, o tal vez un matrimonio aparece a cuadro compartiendo a los televidentes los cambios que sufre la relación durante los primeros siete años de matrimonio, al igual que una mujer madura comparte su experiencia respecto a los cambios en sus relaciones sexuales conforme aumenta su edad.
Hay quienes lo dicen abiertamente, hay quienes prefieren ocultar sus rostros, pero el objetivo se cumple: distintas personas desde sus hogares se identifican con el caso y se sienten motivadas para investigar más y dar solución a su problema. De esa manera se llega a la meta que pretende un programa de orientación sexual, comentó Sugey González.
Las caricias, la convivencia de pareja, los roles sexuales, el placer… nada se puede ejercer de manera plena si no se tiene la educación necesaria, de lo contrario aumentan los problemas de salud pública. Aprovechar los medios de comunicación para profundizar en temas tabú es una opción, buscar la información necesaria, concluyen los expertos, es obligación de todos.

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