Boris Mijailovich Goldenblank

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    Grabó con una cámara de cine los escenarios de ífrica, Oceanía, el polo Norte, Europa, la extinta Unión Soviética, y ya siente el peligro de estar tanto tiempo dentro de las aulas.
    “Es posible que ya no recuerde cómo hacer cine”, confiesa el realizador Boris Goldenblank, actual jefe del Departamento de Imagen y Sonido y profesor de la licenciatura en artes audiovisuales, de la UdeG.
    Comenzó su carrera cinematográfica a los 17 años, cuando estudió las artes de la lente en el Instituto de Cine de Moscú. Egresó con el nivel académico de maestro, tras unos seis años de preparación.
    En el país socialista más grande de la historia, realizó un centenar de películas. Los primeros tres años se dedicó al cine de ficción para niños. Se cansó. Eligió el documental y recorrió el polo Norte, el océano írtico y los archipiélagos septentrionales de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
    El frío le congeló el ánimo. Entonces filmó a los artistas y científicos más connotados de la URSS. A la par, fue maestro del Instituto Cinematográfico de Moscú y desempeñó varios cargos: crítico, jurado de algún certamen o presidente de la sección de cine documental y divulgación científica y cultural, de la Unión de cinematografistas.
    Boris Goldenblank revela una tristeza guardada: tiene varios años sin dirigir un proyecto fílmico. Le queda poco tiempo: “a lo mejor no alcanzo a hacerlo y me voy”. Cuenta con 78 años. Varios capítulos en la memoria.
    “En la URSS las condiciones eran favorables para el cine. Fue un país socialista donde había mucha producción de cultura; cine, en particular. Era totalmente apoyado por el gobierno. No tuvimos problemas de financiamiento, de ninguna índole. Cualquier proyecto era aprobado por la Secretaría de Cinematografía en forma automática. La producción era financiada con recursos gubernamentales. Algo que aquí solo podemos soñar”.
    Voló desde su país hasta Guadalajara en 1991. Llegó a impartir un curso de realización a la UdeG, en el entonces Departamento de Televisión y Video, que dirigía el crítico Daniel Varela. La ciudad le gustó. Ideó junto con otros cinéfilos la licenciatura en artes audiovisuales, adscrita al Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño. Filmó otros tantos documentales para la Universidad.
    Goldenblank ha crecido con el cine. Ha recorrido todos los formatos: inició con la cinta de 35 milímetros. Trabajó con los súper 16, el de tres cuartos, “con un monstruo de cámara de sabe cuántos kilos”. Desarrolló cine en VHS. Ahora con el súper 16 digital.
    Planea un proyecto de grabación. Tantos años de clases lo hacen sentir como un viejo burócrata. “El cine, como dicen los clásicos, es una parte sustancial de la vida. Sin cine mi vida no tiene ningún sentido. Me dio la posibilidad de enriquecerme intelectualmente porque el documental es un género que permite viajar mucho, ver el mundo y tratar de entenderlo”.
    El 11 de mayo de 2005 el cineasta ruso recibió el grado de maestro emérito de manos del Rector general de la UdeG, José Trinidad Padilla López, en el paraninfo Enrique Díaz de León.

    Boris Goldenblank llegó a Guadalajara en 1991
    Filmó a los artistas y científicos más connotados de las repúblicas socialistas
    Es uno de los fundadores de la licenciatura en artes audiovisuales de la UdeG
    Actualmente dirige el Departamento de Imagen y Sonido
    Recibió el grado de maestro emérito el 11 de mayo de 2005

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