Fotografía: Fernanda Velazquez

Cada árbol y planta del huerto y jardín botánico de la Preparatoria de El Grullo tiene inscrito, en un letrero, su nombre común y su nombre científico. Es el proyecto de la Trayectoria de Aprendizaje Especializante (TAE) de Agricultura urbana.

Bajo la guía del maestro Santiago Tapia Alejo, las y los estudiantes de la TAE de viveros han convertido la práctica escolar en un espacio de formación agroecológica.

“Los alumnos aprenden la reproducción de todo tipo de plantas, desde medicinales, ornamentales, frutales y hortalizas. Cultivamos sin utilizar químicos, de manera agroecológica, producimos insumos que utilizamos en estas plantas”, dijo Tapia Alejo.

En la TAE aprenden sobre plantas, a elaborar composta, fertilizante, fungicida y, sobre todo, despiertan su conciencia agroecológica. En el huerto de la preparatoria cultivan jitomate, chile, lechuga, acelga y jamaica; también una variedad de frijol de Guerrero. Además, producen fertilizante, fungicidas y repelente de mosquitos con citronela, té de limón, eucalipto y lavanda.

“El cultivo de todas las hortalizas es de forma agroecológica; producimos insumos que utilizamos en nuestras plantas, como el lixiviado de lombriz y el caldo de ceniza, además de fungicidas y repelentes naturales elaborados por los propios estudiantes”, dijo.

El proyecto no sólo promueve la producción responsable, sino que también fortalece el aprendizaje interdisciplinario con materias como biología, química y matemáticas.

“Aplicamos mucho las matemáticas para sacar medidas, sacar áreas; la biología sobre los seres vivos. Y en química aprendemos los elementos esenciales como el calcio, potasio y fósforo”, explicó el profesor.

Fotografía: Fernanda Velazquez

Para los estudiantes, el taller representa una forma de consolidar diversos aprendizajes. “En biología veíamos las células y las plantas y, aunque teníamos un poco más de conocimiento con las plantas y entendíamos biología, el profe tocaba esos mismos temas y le entendíamos muchísimo mejor”, compartió Fátima Guadalupe Palacios Ruiz, alumna de quinto semestre.

El aprendizaje también se traslada a sus hogares, donde comparten lo aprendido con sus familias.

“A mi abuelita le encantan las plantas. Con lo que he aprendido, le ayudo mucho en sus plantas. A veces le compro fertilizantes al profe y se los llevo a su casa”, relató la alumna Noelia Guadalupe Castorena González.

El estudiante Valentín Contreras Rubio dijo que tras tomarle interés a la TAE piensa que en un futuro podría estudiar más sobre las plantas y ayudar al medio ambiente.

Tapia Alejo informó que 30 por ciento de las ganancias de los productos se lo quedan los estudiantes.

“También estoy certificado en emprendimiento, lo cual me ha servido para llevar a cabo proyectos con los muchachos, como la producción de plantas en su casa o huertos familiares para que emprendan y tengan un ingreso monetario para apoyarse en sus gastos o en sus estudios”, declaró el profesor Tapia Alejo.

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