“Democracia Ilustrada, 30 años de elecciones en Jalisco”, es un texto del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC) que ilustró el caricaturista Saúl Herrera “Qucho”. Son 30 años de memoria política que el monero ha seguido estrechamente, con humor y sátira.
En este trabajo mantuvo otro enfoque: mostrar que la democracia también se puede dibujar. Por ello, ilustrar la publicación implicó para él una serie de retos para conseguir el resultado final.
Así, con “Democracia Ilustrada” la memoria electoral de Jalisco se convierte también en una narrativa gráfica, un puente entre generaciones y una herramienta pedagógica.

¿Qué significó para ti esta encomienda? Fue un gran reto. Cuando me avisaron me dijeron: “tenemos como 30 días para ilustrar 30 textos”. Fue intenso, porque había que leer, interpretar y luego proponer imágenes que fueran fieles a lo escrito.
Tu trabajo habitual es el cartón de opinión. ¿Cómo cambió tu estilo en este libro? Sí, yo me dedico al humor político y la sátira. Aquí tuve que contenerme. Mi tarea era ilustrar… muchas de las veces yo, por lo que estoy acostumbrado, ponía cosas demás que no correspondían a una edición institucional.
Hay un tránsito de la sátira política a la ilustración institucional que te obligó a mantener una neutralidad poco común en tu trabajo cotidiano. Es una opinión particular y una visión que tengo acerca de temas de nuestra sociedad, de nuestro entorno y pues en este caso sí, como que me tenía que apegar mucho a lo ahí escrito.

¿Qué temas encontraste más interesantes al ilustrar? Recordemos que, hace años, tuvimos en la boleta un candidato que era ciudadano y era un perro. También apareció un gato y hasta un payasito, Lagrimita. Esos episodios muestran cómo la democracia jalisciense también tiene su lado insólito.
El libro ha sido presentado en escuelas. ¿Cómo reaccionan los jóvenes? Con mucha curiosidad. Por ejemplo, cuando la presentamos en la preparatoria, esa es una muy buena edad para empezar a tener esa conciencia social y participar en lo que te involucra en tu entorno. A ellos les sorprendió ver cómo esas historias políticas influyeron en el estado donde nacieron, incluso antes de que ellos existieran.
¿Cómo ves el futuro de la caricatura política? Yo sigo viendo interés en la caricatura política, la gente la sigue consumiendo, la sigue compartiendo como un género periodístico de opinión muy importante.
¿Qué aprendiste de esta experiencia? Fue un repaso de historia, un reencuentro con personajes olvidados y una oportunidad para acercar la política a nuevas generaciones.