Durante más de cuarenta años ha pisado las salas de redacción y las cabinas de radio; pero sobre todo la calle, donde se inició en esta profesión que, para ella, se ha convertido en una forma de vida, de ver y describir el mundo, que no dejará tampoco ahora que, después de convertirse en jefa y maestra de muchas generaciones, ha decidido pasar la estafeta y dedicar tiempo a sí misma, a su familia y a otras cosas que le faltan por hacer
Aún no es mediodía y los teclados ya suenan escribiendo la próxima nota que se publicará: hay quien escribe de deportes, de cultura, de ciencia, de política, pero sólo ella elige lápiz y libreta como sus herramientas principales, como desde hace más de 40 años, cuando decidió convertirse en periodista.
Sus notas, reportajes, entrevistas y crónicas llevan la firma Cristina Félix, y entre sus recuerdos se alojan cientos de anécdotas detrás de la noticia como reportera, editora, conductora, directora, jefa.
“Me pusieron a entrevistar pintores muy grandes y nosotros íbamos a buscarlos, tocábamos sus puertas, era super interesante, ahí fue donde dije ‘me gusta mucho la entrevista’”, relata al recordar sus primeros pasos en el periodismo.
Con su voz y su presencia, Cristina transmite cordialidad y firmeza; sabe delegar, dirigir, dialogar, debatir. También reflexiona, analiza, negocia, es maestra sin estar en un salón de clases. Quienes la conocen la describen como enérgica, con un implacable rigor periodístico y una inmensa gratitud hacia quienes hacen bien su trabajo.
“¡Corría! Todo el tiempo estaba corriendo porque, bueno, finalmente era mi trabajo y me apasionaba hacer coberturas”, asegura.
Hace 40 años Cristina ya escribía notas que se publicaban a nivel nacional en la extinta agencia oficial de noticias Notimex, para después desenvolverse en otros escenarios como la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara, Radio Grupo DK y, finalmente, en la Universidad de Guadalajara.
Cubría fuentes como el Congreso de Jalisco, el Gobierno del Estado, el Ayuntamiento tapatío, elecciones locales y nacionales o giras presidenciales, sin olvidarse de sus espacios en la radio como productora y conductora, ni de su papel como madre.
“Imagínate estar cubriendo una gira en colonias alejadísimas y no teníamos celulares. ¿Sabes lo que hacíamos? A veces llegábamos a las tienditas a ver si tenían algún teléfono, tenías que llevar muchas monedas, las metías al teléfono y a veces lograbas entrar en vivo en tu programa para dar la noticia de lo que estaba aconteciendo”.
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El camino de Cristina en la Universidad de Guadalajara empezó como reportera allá por 1995 y, desde entonces, no se ha detenido, dejando huella en espacios como La gaceta, medio que coordinó por casi una década en compañía de un equipo que la recuerda como innovadora, creativa, jovial, como alguien que daba libertad para escribir.
Y ellos mismos lo confirman: La gaceta no hubiera sido lo mismo sin las bases periodísticas que sentó Cristina Félix con su llegada y el cambio de Milenio, y cuyos cimientos se mantienen aún.
“Ahí me desarrollé, hice amigos, ahí les aprendí a muchos periodistas que son muy importantes hoy en día; la Universidad de Guadalajara me dio la oportunidad de desarrollarme, de hacer periodismo universitario y la verdad es que sí lo hemos hecho, y lo hemos hecho muy bien”, precisa al recordar a muchos de sus amigos, como Lorena Ortiz.
De 1999 a 2007 Cristina Félix trabajó con un equipo que investigaba, diseñaba y preparaba con pasión y compromiso un medio periodístico universitario, involucrándose en todos los pasos, incluso, tocando las puertas de las imprentas a medianoche a la espera de una edición impecable.
“Cuando fui directora de La gaceta me requería prácticamente todo el día y cuando hacíamos los cierres de la versión impresa íbamos a El Informador, donde se imprimía, a veces a la 1 o 2 de la mañana para checar las placas y que todo estuviera perfecto”, rememora.
El trabajo de Cristina también fue fundamental en Radio Universidad de Guadalajara, donde fue una de las fundadoras del noticiero híbrido de Canal 44, ejerciendo como jefa de Noticias por más de seis años, para después ocupar la jefatura de información de Prensa de la Universidad de Guadalajara.
“Es una institución que para mí ha sido muy importante, porque llegué aquí en un momento crucial de mi vida y lo único que recibí fue apoyo”, mencionó.
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Casi es hora de la comida y el área de Prensa de Piso 6, en Rectoría General, sigue funcionando como máquina bien aceitada. Las y los reporteros redactan, el corrector corrige y el editor publica. Todo bajo la dirección de Cristina, quien nunca deja de tomar nota de lo que ocurre en el mundo.
Con 40 años de trayectoria, 30 de ellos en la Universidad de Guadalajara, Cristina se encuentra lista para dejar su lápiz y su libreta a las próximas generaciones de periodistas que, tal vez, nunca lleguen a tener la misma experiencia que ella.
“Hay que investigar, hay que buscarle, no hay que quedarse nada más con una sola duda, hay que buscar una pluralidad de opciones, eso es lo que les recomendaría a los jóvenes: leer e investigar”, asiente, con un ligero acento que recuerda a Sinaloa.
Pero confía en los tiempos que siguen y en el periodismo universitario; es de aquellas periodistas que tienen la cabeza llenas de historias, de ideas inquietas que apunta en su libreta día a día, un hábito que mantendrá más allá de las redacciones, porque escribir es algo que le apasiona.
“Tengo muchas cosas que hacer en mi vida, le di muchísimo tiempo al trabajo, creo que es momento de dármelo a mí, dárselo a los que quiero. Voy a viajar, voy a ver a mi familia, tengo un hijo, soy abuela. Pero algo que nunca voy a dejar de hacer es escuchar la radio, ver programas, me gusta leer mucho, sobre todo me encanta todo lo que tiene que ver con mesas de análisis, ¡me encantan!”.
Sus notas, reportajes, entrevistas y crónicas llevan su firma, Cristina Félix y por décadas su trabajo ha sido fundamental para describir la realidad, innovar medios de comunicación; ha sido la jefa de varios y, sin querer, la maestra de muchos, muchos periodistas.
“Seguiré en pie de lucha con esta chamba que es el periodismo y aunque no trabaje en otro lado, no me importa, seguiré con la visión; el estar aprendiendo día a día de lo que se hace en materia de periodismo, con eso me doy, con eso soy feliz. Nunca voy a dejar de ser periodista, es un hecho”.