Con la llegada del verano también llegan ellos: arácnidos como arañas, alacranes y ácaros encuentran en nuestros hogares un refugio ideal. Pero, ¿qué tan peligrosos son realmente? ¿Qué precauciones debemos tomar? Y sobre todo, ¿cómo actuar si alguno nos llega a picar? Para responder estas dudas platicamos con Gerardo Adalberto Contreras Félix, del Departamento del Botánica y Zoología, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias.

¿Qué son los arácnidos y por qué aparecen más en verano?

Los arácnidos son un grupo de artrópodos que tienen cuatro pares de patas y estructuras especializadas llamadas quelíceros y palpos. Este grupo incluye a arañas, alacranes y ácaros, y aunque muchos son invisibles al ojo humano, algunos sí pueden convivir con nosotros en zonas urbanas. Las condiciones que favorecen su presencia en casas durante el verano tienen que ver principalmente con las lluvias. La temporada de reproducción coincide con esta época porque hay más recursos: refugio, alimento y humedad. Las casas ofrecen justo eso: estabilidad, comida y protección.

¿Son todos peligrosos?

No, para nada. La gran mayoría de los arácnidos no representan ningún peligro para las personas. Sin embargo, sí hay tres especies que pueden considerarse de importancia médica en Guadalajara: el alacrán centruroides ornatus, la viuda negra (Latrodectus occidentalis) y la araña violinista (Loxosceles laeta). Aunque pueden encontrarse en zonas como la Barranca de Huentitán o ciertas periferias, son casos poco frecuentes. Y aun si llega a haber una mordedura, la probabilidad de que esta sea letal es extremadamente baja. Lo que puede complicar las cosas es la falta de atención médica.

¿Qué síntomas provoca una picadura?

Inflamación, enrojecimiento y dolor son los primeros signos. Si no se atienden, pueden aparecer otros como entumecimiento, salivación excesiva o incluso necrosis localizada, dependiendo del animal. Sin embargo,  en la mayoría de los casos los síntomas son leves y tratables. Muchos mitos circulan, como tomar leche o aplicar remedios caseros. Nada de eso funciona. Lo mejor es acudir a un médico.

¿Y las mascotas?

Aunque el veneno puede afectar más rápido a perros o gatos por su menor peso corporal, el riesgo sigue siendo bajo. Además, por su pelaje y hábitos, es poco común que sufran picaduras.

Cómo prevenir su presencia

La clave está en la limpieza. Mover muebles, limpiar detrás de alacenas, evitar rincones abandonados y barrer o trapear al menos cada 15 días ayuda muchísimo. También es importante no acumular objetos o basura. Y si ves una araña no la maten. Siempre que sea posible, reubicarla es mejor. Basta con un frasco o recipiente para moverla a un jardín o parque cercano. Las arañas ayudan a controlar otras plagas como cucarachas o mosquitos.

Un llamado al conocimiento

Entender a estos animales es la mejor forma de perderles el miedo. Conocerlos no solo ayuda a prevenir riesgos, sino también a apreciar su valor ecológico. La gran mayoría son inofensivos y cumplen funciones importantes en el equilibrio del ecosistema.

Así que ya lo saben: la próxima vez que vean una araña en casa, antes de gritar o aplastarla, recuerden que probablemente no les hará daño. Y si llega a morderle alguna, mantengan la calma y busquen atención médica. Con información y prevención, es posible convivir sin miedo.

Artículo anteriorEntregan reconocimientos “Helen Ladrón de Guevara Cox” al Mérito Bibliotecario UdeG
Artículo siguienteRamón del Valle-Inclán: un genio de “mal genio”