La perspectiva de la violencia de género en los medios de comunicación

Al hablar de este concepto se tiene que ir más allá de la disponibilidad de los alimentos y considerar si hay acceso al agua potable para la sanidad, atención médica y estabilidad económica

Con frecuencia, los medios de comunicación abordan la violencia de género como un espectáculo explicado desde el machismo: “fue por su culpa, vestía provocativa o salía de noche”, es decir, una cobertura sin perspectiva de género ni explicaciones sociales, culturales o estructurales.

Las noticias de feminicidios se caracterizan, por lo general, a excepción de medios y periodistas especializados, por la falta de perspectiva de género y la adopción de criterios amarillistas y alarmistasEjemplo de esto son las coberturas de feminicidios sin perspectiva de género como el de Ingrid Escamilla, Yrma Lydia y Ariadna Fernanda en la Ciudad de México; de Debany Escobar en Nuevo León, o los casos en Jalisco de Imelda Virgen, Gabriela Ayala, Betsabé García, Heidi Jurado o Vanessa Gaytán. 

Para Francisco Javier Cortázar Rodríguez, profesor investigador del Departamento de Comunicación Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, la cobertura periodística debería trascender los discursos policiacos y políticos e incluir los puntos de vista de psicólogos, antropólogos o sociólogos.  Además, debe incluir las exigencias de la familia a las autoridades involucradas y el seguimiento puntual de las demandas hacia el acceso a la justicia y a la reparación del daño.

"El tratamiento de nota policiaca, que lo es, suele verse restringida a esa sección y bajo una perspectiva morbosa cuando debería tratarse como un problema social, cultural y estructural, no sólo como un tema policiaco"

¿Qué opina de las coberturas específicas de lo local a lo nacional?  Hay un desfase en la cobertura de los medios a nivel local, estatal y local. Por ejemplo, a nivel local el problema se ve de una manera aislada; mientras a nivel estatal, se considera que lo que pasa en Guadalajara es el reflejo de Jalisco, cuando no necesariamente es así. A nivel nacional, la información está más balanceada, pero sigue siendo presentada fundamentalmente como violencia de tipo policíaca.

¿Por qué persiste esta perspectiva? ¿Cuál podría ser la causa profunda? En principio, la violencia de género no sólo le pasa a las mujeres, también le ocurre a los hombres que no cumplen con el estándar de masculinidad. El principal factor es el machismo permeado en ese tipo de noticias. Una parte del contenido revictimiza a las mujeres sugiriendo “fue por su culpa, por vestir provocativa o por salir de noche”. Por lo que fuera, se revictimiza a las mujeres y eso trae un discurso que, ante la incertidumbre, nos asimos de los valores que sentimos como seguros. Esa no debería ser la causa. El machismo, a fin de cuentas, se reafirma a través de esas notas periodísticas.

¿Dónde encuentra la cobertura en derechos humanos y con perspectiva de género? Hay avances en ese sentido en los medios nacionales donde hay más presupuesto, personal más preparado y con más tiempo para tratar estos temas con perspectiva de derechos humanos o de género. Pero las redes sociales también contrarrestan el morbo policiaco con una perspectiva de género. Fue el caso de Ingrid Escamilla, asesinada y desollada por su pareja. Algunos medios difundieron esas fotografías. Para contrarrestar, la gente nombró a Ingrid y la etiquetó con fotografías con flores, bosques o animales bonitos para que, al buscar la información, no encontraran el morbo de la cobertura policiaca. Eso es perspectiva de género: darle dignidad a las personas después de la violencia que han vivido.

¿Cuáles son las consecuencias de una cobertura insensible? Es el reclamo de la sociedad que exige cada vez más a los medios dejar de lado esas notas amarillistas y alarmistas. Y por supuesto, el reclamo por las versiones de los políticos que, al revictimizar a las mujeres, estas versiones son recogidas y difundidas por los medios por falta de sensibilidad. 

¿Qué hace falta en los medios de comunicación para una cobertura digna en casos de violencia de género? Es muy importante darle voz a las familias, porque generalmente suelen ser pasadas por alto: cuando aparecen en los medios de comunicación, por ejemplo en la televisión, se les presenta como llorosos y sufrientes. Nada más: no escuchamos sus reivindicaciones o reclamos. Y cuando se les escucha es por los reclamos a las autoridades, aunque aislados, no continuos para hacer explícitas las deudas de las autoridades y evitar el morbo de las notas policiacas. También falta la dignificación de las condiciones salariales y prestaciones de los trabajadores de los medios de comunicación pues, al apoyar la atmósfera laboral podría mejorar su desempeño periodístico.

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