Una protección tibia

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La historia de la CNDH comienza a principios de 1989, cuando el Estado mexicano bajo el mandato del presidente Carlos Salinas de Gortari facilitó la creación de la Dirección General de los Derechos Humanos, la cual dependía de la Secretaría de Gobernación. Pero es el 6 de junio de 1990, que se formaliza su creación como organismo público por decreto presidencial, con el fin de salvaguardar a los mexicanos de violaciones y/o abusos en su contra. Dos años más tarde la comisión fue elevada a rango constitucional como Organismo descentralizado con personalidad jurídica.

Su creación sin embargo responde a una exigencia de Estados Unidos y Canadá, que plantearon como requisito para la firma del Tratado de Libre Comercio que en México se protegieran los derechos humanos, más que a un interés hacia las necesidades de la población.

Con respecto a los avances que han tenido las comisiones en estos años María Guadalupe Ramos Ponce, coordinadora en Jalisco del Comité de América Latina para la defensa de los derechos de la mujer (Cladem) y académica del Centro Universitario de la Ciénega, explica que se han dado en el ámbito legislativo: “Hemos logrado un cuerpo de normas a nivel constitucional que de manera transversal obligan, desde la Constitución Política de nuestro país, a su cumplimiento”.

“Los 25 años de existencia de la CNDH llegan en un momento crucial en el país, que se encuentra inmerso en un contexto de violencia generalizada y un aumento sustancial de violaciones a los derechos con la participación del Ejército en el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada. El aniversario llega entre Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Villa Purificación, Tanhuato, miles de desaparecidas, desaparecidos y asesinadas y asesinados en nuestro país, en donde la presencia y ausencia del Estado, es evidente”.

Perseo Quiroz, director ejecutivo de Amnistía Internacional México dice que luego de 25 años, los contextos sociales en el país son distintos, por lo cual es complicado hacer una comparación y evaluar los avances de los derechos humanos en México, sin embargo, coincide en que “en lo que hace en el tema de derechos humanos en los marcos normativos, en la Constitución, en las leyes, en los tratados internacionales en los que hoy México es parte, en algunas interpretaciones del Poder Judicial federal, sí se ha avanzado”.

Uno de los temas al que Amnistía Internacional está dando seguimiento en México es el de la tortura, y en ese rubro Quiroz comenta que la CNDH, así como las comisiones estatales, deben ser más contundentes en los diagnósticos: “Me parece que con toda la información que cuenta la CNDH no ha hecho un diagnóstico certero en el tema de la tortura aún, y me parece que a las comisiones estatales se les debería de pedir que tomen más en serio el tema, porque no lo han documentado e investigado de manera adecuada”.

Jorge Regalado Santillán, de la División de Estudios de Estado y Sociedad del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, opina que con el contexto de violencia actual, donde hay una guerra abierta y se tienen registros de tantos muertos y desaparecidos, “cada quién deberíamos replantear todas las teorías de los derechos humanos y repensar el planteamiento. Yo creo que podemos empezar a problematizarla, porque me parece que todo ese rollo teórico-político de los derechos humanos en realidad se ha convertido en una especie de planteamiento casi contrainsurgente-mediatizador”.

Sobre la cuestión de los avances legislativos, Regalado Santillán considera que hacer leyes no sirve “en un país donde no se respetan las leyes, podemos tener (como sucedió por muchísimos años) una de las constituciones más bonitas y más avanzadas, pero en México seguimos teniendo un gran problema, de que aún hay un México real y un México legal, y no están conectados”.

Agrega que, con respecto a las muertes y desapariciones en el país, las comisiones no se ven preocupadas por actuar, y es que su surgimiento “es una cosa promovida desde arriba, es una cosa que promueve el Estado, no por una vocación democrática o defensora realmente de los derechos, sino porque es una exigencia internacional de otros gobiernos para poder suscribir los tratados comerciales.

Entonces yo creo que el destino de las comisiones estaba marcado desde entonces”.

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