Un mundo obsesivo pero atrayente

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A partir de la abstracción, la artista madrileña Elena Asins elaboró su propio lenguaje y su mundo en congruencia con la armonía, la estructura, el espacio, el tiempo y la música.

La exposición “Fragmentos de la memoria II”, organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía con la colaboración del Museo de las Artes (MUSA), estará abierta al público desde el 25 de noviembre y hasta el 18 de febrero de 2018.

En un recorrido por la creación de la artista, se apreciarán a través de setenta y tres obras de dibujo y escultura, además de diecinueve videos cortos que combinan sus dibujos en movimiento con música y silencios, lo que la misma Asins llamó “imágenes con intervención temporal”.

Elena Asins (Madrid, 1940-2015) fue una artista plástica, que mezcló el arte con la investigación, el ensayo y la poesía, y que por su originalidad ha sido reconocida en España, Alemania y Estados Unidos.

La instalación de su obra en el MUSA muestra series de abstracción en blanco y negro, que llevará al espectador a detenerse, observar y disfrutar.

“Aunque es una obra donde están detrás sus preferencias, como lo son la música, la filosofía y la religión, para el público en general es posible verla sin dificultad, sólo es dejarse llevar por la belleza de cada pieza, la serenidad y orden que transmiten”, comentó Carmen Fernández Aparicio, conservadora de la Colección en el Museo Reina Sofía.

La exposición arranca en 1968, con bocetos y algunas obras de collage, utilizando tramas de arquitectos, letras y vinilo.

Los estudios de Asins en la Escuela de Bellas Artes de París y en la Universidad de Stuttgart, pero sobre todo su paso por el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid, entre los años 1969 a 1972, marcan con un sello matemático a toda su obra.

Durante ese periodo, la artista acudió a seminarios donde tuvo la oportunidad de ser pionera en crear formas plásticas con la computadora, motivo por el cual fue invitada a la Universidad de Columbia y The New School for Social Research, en Nueva York, como investigadora para la aplicación digital en las artes plásticas.

Asins siempre estuvo ligada al ambiente artístico español —comentan Fernández Aparicio y Belén Díaz, las curadoras, quienes trabajaron con ella en vida—, sin embargo el interés por salir y buscar su camino la llevaron  a Alemania y a Nueva York. Con ese mismo espíritu,  la exposición del trabajo de Asins en el Musa tiene la intención de recorrer otros terrenos, otros espectadores, por lo que se presenta por primer vez en Guadalajara y en Latinoamérica, gracias al ayuntamiento de Madrid y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“Su persona era coherente con la obra, era una persona solitaria y muy volcada en su arte, vivía para su arte y de una forma austera. Pasaba las veinticuatro horas trabajando y los últimos años de vida vivía aislada en un pueblo de Navarra, amante de la música clásica”, comentó Belén Díaz de Rábago, quien es Coordinadora General de Exposiciones en el Departamento de Exposiciones Temporales, del Museo Reina Sofía.

La visión del mundo de Asins en blanco, negro y gris, se expresa a través de geometrías y precisión evocando el intelecto y la armonía.

“Intenta que con su obra, con las series y despliegues horizontales, haya ese concepto del tiempo, la medida, y cuando utiliza el ordenador y los videos es aún más marcada esa intención”, comentó Fernández Aparicio.

La obra Paradigma para Scale (1982-1983), una de las más ilustrativas de la obsesión y arduo trabajo de la artista, ocupa toda una sala en el segundo piso del MUSA, con ciento cincuenta y cinco piezas de doscientos setenta y dos de la obra original, que realizó en su estancia en Nueva York.

De una composición base, desarrolla en cada pieza aspectos que van simplificándose al máximo, con ritmo y orden.

“Para nosotros la exposición es muy emotiva, una oportunidad que valoramos mucho al traerla aquí, es su mundo muy repetitivo, muy obsesivo pero también muy atrayente”, comentó Carmen Fernández.

“Aunque parezca un arte muy cerebral, también es sencillo por la belleza de la línea, el papel, la tinta, el juego de las figuras y secuencias”, agregó Belén Díaz.

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