Transformación sonora

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Bajo el nombre entre signo de interrogación, “¿La múscia transforma?”, dio inicio la primera mesa de la primera mañana de la Feria Internacional de la Música (FIM). Y se pudieron escuchar frases como: “Hacemos que los seres sean más felices y tengan más paz” y “La música transforma y nos vuelve mejores seres humanos”.
Unos pocos minutos hablados en ayí¼í¼k, lengua indígena de Oaxaca, desconcertaron al auditorio. Así, Silvestre Vázquez Cardoso, director del Centro de Capacitación, Música y Desarrollo de la cultura mixe, Oaxaca, puso en sintonía a los presentes para contarles que el centro capacita jóvenes y niños del estado que esperan por más de cuatro meses a que les lleguen instrumentos, mientras que forman un coro con la única herramienta disponible para hacer música: su voz.
Vázquez puntualiza el problema que existe con los instrumentos de cuerda. Hace 10 años que los tienen guardados y no cuentan con profesores que puedan enseñar a tocarlos, porque no disponen de recursos para pagarles. Los instrumentos que más se han enseñado son los de viento, porque son los autóctonos y porque los profesores tienen formación para hacerlo.
José Luis Chan Sabido, jefe del Sistema Estatal de Orquestas juveniles del gobierno de Yucatán, habló de su infancia y contó cómo él, a los 11 años, sufrió el hecho de no haber podido estudiar violín en Mérida y a partir de eso tuvo que dejar su ciudad para dedicarse a la música de lleno. Desde 2008 es director de la Sinfónica de Yucatán y pretende llevar maestros de forma gratuita a su estado.
“No hay apoyos económicos. Lo maravilloso de esto es el apoyo de la comunidad”, asegura Chan, mientras comentaba que, de los 250 instrumentos con los que cuentan, la mitad proviene de las personas. “Esas personas le dan a un niño la posibilidad de dejar un arma, un cuchillo. La gente que está en la delincuencia lo hace, además, porque necesita pertenecer a un grupo; los chicos que hacen música pertenecen a un grupo. Así no tuviéramos dinero, seguiríamos haciedno lo que hacemos”.
Rodrigo Sanhueza Silva, secretario ejecutivo del Consejo del Fomento de la Música Nacional, en Chile, pone énfasis en el mayor problema de las orquestas en ese país: la centralización. Todos los jóvenes deben dejar su ciudad natal para ir a Santiago de Chile a estudiar música y formar parte de una orquesta. Una vez terminados sus estudios, tampoco pueden volver a sus ciudades, ya que allí no logran trabajar con la música. Por lo que apuestan a que los músicos puedan volver a sus lugares y que ellos mismos comiencen a ser profesores.

¿Cómo transforma la música a través de la tecnología?
María Cristina García Zepeda, coordinadora ejecutiva del Auditorio Nacional de México, refiriéndose a la música y a su importancia para transformar vidas, señala que la función del Auditorio Nacional es social y que para esto la cultura debe estar enlazada a los medios tecnológicos, como lo hace el Metropolitan Opera de Nueva York (MET), que cada vez que presentan espectáculos, éstos llegan a México a través del Auditorio Nacional y en donde la concurrencia es de 6 mil 500 personas por presentación.
También García Zepeda afirma que la tecnología es un apoyo para acercar a nuevas generaciones a la música y que luego tengan necesidad de la música en vivo. Sin embargo, Vázquez, que es la voz de los pueblos aislados de las urbes, comenta que en Oaxaca no hay internet, pero que esto no ha sido limitante para dar a conocer la música.
Sanhueza apunta que la tecnología ha ayudado a democratizar las sociedades. Si los músicos no cuentan con un contrato en una disquera, ahora tienen la posibilidad de hacer un CD de calidad desde su casa. Además, la tecnología ha generado un espacio para que la música en vivo vuelva a ser importante.
Aunque se preguntó sobre el contenido de la música que hace alusión al crimen organizado, todos los disertantes coincidieron en que las personas saben qué elegir, lo que está bien y lo que está mal. Ellos pueden decidir cómo transformarse.
Con una polarización de necesidades y recursos tan específica en una misma mesa y tan encontradas en un mismo objetivo, la transformación a través de la música impuso su objetivo.

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