Si persisten las molestias consulte a su televisor

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No todas las personas en México tienen acceso a la atención médica de calidad, pero sí a la televisión, medio por el cual se publicitan cientos de medicamentos, que en su mayoría pueden adquirirse sin receta médica. De esta manera, la televisión en México se ha convertido en el médico de cabecera de miles de familias.
Para quien desea mejorar su desempeño sexual o para la que sueña con estar delgada, para los que quieren vivir sin estrés o para las mujeres que quieren verse siempre jóvenes. Especialistas de la Universidad de Guadalajara consideran que la telelevisión a través de los medicamentos vende un mundo de hedonismo y placer, sin que se cumpla en su totalidad la Ley general de salud en materia de publicidad y provocando a la vez que aumente de manera grave la automedicación.
“Son productos que intentan llevar a la seducción subliminal, que tienen un efecto superior a lo que la gente puede concebir para cualquier otro medicamento en farmacia. Es para nosotros un grave riesgo el hecho de que exista esa difusión, porque la gente compra en razón al proceso de seducción que hacen visual y lingí¼ísticamente”, señaló Víctor Manuel Lara Vélez, coordinador de la licenciatura de medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud.
Los medicamentos para mejorar el desempeño sexual, disminuir de peso, así como los antigripales y gastrointestinales son los más publicitados en los canales de televisión locales.
El reglamento de la Ley general de salud en materia de publicidad —el cual fue aprobado en mayo del año 2000 por el entonces presidente Ernesto Zedillo— tiene la función de verificar la publicidad de estos productos.
La normativa señala textualmente que “la publicidad será orientadora y educativa respecto del producto o servicio de que se trate, para lo cual deberá referirse a las características, propiedades y empleos reales o reconocidos por la secretaría, en idioma español, en términos claros y fácilmente comprensibles para el público; proporcionar información sanitaria sobre el uso de los productos y la prestación de los servicios; señalar las precauciones necesarias en cuanto al uso, manejo, almacenamiento o consumo de los productos o la prestación de los servicios pueda causar riesgo o daño a la salud de las personas y contener información sobre las especificaciones para el uso adecuado del producto o servicio de que se trate, así como de los daños que pudieran ocasionar a la salud”.
El artículo 8 de la misma ley reza que “no se podrá realizar publicidad que propicie atentar o poner en riesgo la seguridad o integridad física o mental o dignidad de las personas”.

Comerciales con sentido
freudiano
La exitosa fórmula de los comerciales no consiste en cumplir con la legislación, sino realizar publicidad con sentimiento freudiano, señaló José de Jesús Urzúa López, coordinador de la licenciatura en mercadotecnia, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).
“La propuesta consiste en presentar el producto como un satisfactor y como algo placentero. Por ejemplo los productos antigripales ponen a personas que tengan un fundamento freudiano que dice que el ser humano huye de lo displacentero. Es una imagen triste con ojos llorosos y dolor de cabeza, y después la imagen de que estás feliz, agradable y lleno de actividad”.
El que México sea un país audiovisual y no de lectores influye en la realización de los comerciales televisivos. “Estudios al respecto señalan que las personas, sobre todo de clase media baja, prenden la televisión y no sólo la ven, hacen todas sus actividades cotidianas con la televisión encendida. De esta manera se convierte en un medio auditivo. Por eso escuchamos tanto parlamento en los comerciales”.
El especialista en mercadotecnia afirmó que según estudios en el área, la mayoría de los varones no acostumbra ver comerciales. “Durante dos minutos de comerciales, el varón puede recorrer los más de cien canales del sistema de cable para evitar verlos”. En el caso de las mujeres, los estudios señalan que ellas acostumbran levantarse a realizar otra actividad mientras continúa el programa”.
Sin embargo, aquellos medicamentos más especializados tienen más opciones de comercialización y promoción como: publicidad en revistas especializadas, muestreo mediante sus representantes médicos, seminarios y convenciones médicas y anuncios en otros medios de publicidad masivos.
Los expertos concluyeron que ante la falta de cumplimiento de la Ley general de salud en materia de publicidad, la responsabilidad es de quien lo consume. Sin embargo, para el coordinador de la carrera de medicina, es necesario educar para la salud e inculcar estilos de vida saludables y a la vez es importante que la sociedad mexicana analice la información que recibe mediante los medios de comunicación.

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