Sangre segura pero sin normativa

747

Los más de 540 bancos de sangre de todo el país están regidos bajo una legislación que desde hace 15 años no ha sido actualizada.
La Norma Oficial Mexicana 003SSA2 establecida para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos, fue aprobada en 1993 y su última actualización es de 1994. Por lo tanto, no considera medidas para las nuevas tecnologías que utilizan los bancos de sangre. Además, ante la aparición de enfermedades como la influenza AH1N1, la NOM tampoco establece mayores filtros de seguridad para los donadores.
En opinión del vicepresidente de la Asociación Mexicana de Medicina Transfuncional (AMMTAC), Julio César Martínez ílvarez, la actual norma que rige a los bancos de sangre “está totalmente desfasada”, particularmente en puntos como la entrevista al donador y en el manejo de células reproductoras hematopoyéticas.
En esta línea, la hematóloga adscrita al banco de sangre del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, íngeles Quintero Reyes, señala que “existen algunos aspectos importantes de la NOM que es necesario puntualizar. Por ejemplo, en cuanto a los fraccionamientos, a las bolsas leucoreducidas y en cuanto a las pruebas serológicas que deben realizarse”.
A pesar de que la NOM tiene retrasos en cuanto a las revisiones y estandarizaciones, los especialistas comentan que la sangre que se maneja en estos laboratorios es segura.
En el caso del antiguo nosocomio, cuentan con un certificado de calidad. “Hemos buscado otros métodos para brindar calidad a los usuarios. El que este banco se sangre esté certificado desde el 2006 bajo el sistema de calidad ISO 9001-2000, significa que la sangre que maneja es segura”.
El retraso de la actualización de la norma ha obligado a los bancos de sangre a regirse por políticas internacionales, explicó el vicepresidente de la AMMTAC. “Los grandes bancos de sangre o servicios de transfusiones de los institutos se rigen bajo la norma (NOM 003SSA2), para cumplir con los lineamientos nacionales, pero nos regimos bajo muchos estándares de calidad internacionales, como los de la Asociación Americana de Bancos de Sangre o los de la Sociedad de Transfusión sanguínea en Europa para hacer un buen manejo y administración de la sangre. Si nada más nos apegáramos a la NOM, estaríamos fuera de todo lo que se hace a nivel internacional”.
Padecimientos como la influenza AH1N1, la hepatitis, el mal de Chagas han cobrado importancia en la población mexicana y no están considerados en la ley antes mencionada.
En el caso de las dos últimas enfermedades, su aparición no es reciente, por lo que algunos bancos de sangre a nivel local y nacional no realizan pruebas para conocer si están o no presentes en la sangre del donador. Sólo en seis estados de la república mexicana existen bancos de sangre que efectúan pruebas al 100 por ciento de sus donadores para detectar Chagas.
“Enfermedades como gripe aviar, como la enfermedad del Nilo, malaria o fiebre amarilla no están consideradas en esta norma oficial. Esta norma tampoco establece puntos respecto al virus del papiloma humano”, indicó Quintero Reyes.
Según información del Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, organismo dependiente del gobierno federal, desde hace seis años la Secretaría de Salud trabaja en una nueva norma oficial que impondrá a los bancos de sangre realizar la prueba de Chagas en donadores y ésta podría entrar en vigor a finales de 2009. (El Universal, 8 de febrero de 2009).
En el caso de la hepatitis C, la coordinadora de investigación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ana María Contreras, se ha pronunciado por actualizar la NOM, con el fin de conocer el nivel preciso de concentración de anticuerpos en esta enfermedad.
“La actualización de la norma mexicana (NOM-003-SSA2-1993) para detectar la hepatitis C permitiría conocer con precisión el nivel de los anticuerpos al virus, ya que los niveles altos indican enfermedad activa y presencia del virus en la sangre de las personas infectadas” (El Informador, 31 de marzo de 2009).
Martínez ílvarez, también jefe del Laboratorio de histocompatibilidad y HLA, del Centro Médico Siglo XXI, del IMSS, con sede en la Ciudad de México, enfatizó que “a raíz del boom del HIV en los ochenta cambió la manera de hacer medicina transfuncional. Ahora cada vez debe ser más exigente la entrevista al donador y mayores los lineamientos de las pruebas serológicas para detectar hepatitis C y B, HIV y otras enfermedades de carácter endémico muy peligrosas”.
Para analizar los aspectos que la actual NOM no considera y mientras finaliza el proceso de actualización de la norma actual, la AMMTAC, en colaboración con la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología, reunió a los expertos en el campo y realizó la Guía para el uso clínico de la sangre, la cual fue publicada en colaboración con la Secretaría de Salud.
“Procuramos cubrir todos los faltantes y los huecos de la norma”, dijo Martínez ílvarez.

Artículo anteriorDictámenes de Admisión 2009 B, Bachilleratos y Licenciaturas
Artículo siguienteConvocatorias para la Elección de Consejeros