Salud del feto en boca de la madre

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Dentist examining a patients teeth in the dentists chair under bright light at the dental clinic

A primera vista, la salud bucal de la madre parece tener poca o nula relación con la salud del feto; incluso para los médicos ginecólogos la idea de que las enfermedades bucales podrían afectar el desarrollo de la gestación es una idea bastante nueva. Martha Fuentes Lerma, profesora de tiempo completo en el Departamento de Clínicas del Centro Universitario de los Altos (CUAltos) está a cargo de un proyecto de investigación en desarrollo apoyado por el mismo centro, el Instituto de Investigación en Odontología del Departamento de Ciencias de la Salud y el Hospital Civil Juan I. Menchaca.

En él, Fuentes Lerma se ha dedicado a observar las relaciones entre la enfermedad periodontal y el parto prematuro, con la que paulatinamente se demuestra la existencia de una conexión en la que médicamente solía ponerse poca atención. A partir de ello, comenzaron a desarrollarse nuevos estudios por parte de la comunidad médica —aún no publicados— sobre las bacterias existentes en el cordón umbilical y su relación con el neonato.

La enfermedad periodontal ataca las encías, y existen dos tipos: uno de ellos leve, la gingivitis, que consiste en una inflamación que produce enrojecimiento y en algunos casos puede llegar a provocar un leve sangrado; el segundo tipo, sin embargo, es considerado más grave pues presenta además del sangrado, un incremento de bacterias dentro de la cavidad oral y en los tejidos que soportan al diente y que producen gran cantidad de enfermedades que se transmiten por medio de la sangre, explica Fuentes Lerma.

Si bien es conocido el cambio general que experimentan las mujeres durante el embarazo por alteraciones hormonales, éstas no generan enfermedades: “Lo que sí hacen es agravar una enfermedad preexistente; lo mismo pasa con todas las patologías en la cavidad oral, aumentan”, señala.

Haciendo una revisión bibliográfica, apunta Fuentes Lerma, es posible observar que en las últimas décadas el índice de partos prematuros y la mortandad de los niños recién nacidos no sólo no ha disminuido, sino que va en aumento. Ello, en relación con los datos arrojados por la Organización Mundial de la Salud sobre las enfermedades orales con mayor presencia en mujeres embarazadas, entre las que se encuentran las caries y la enfermedad periodontal, la condujo a cuestionarse una posible relación entre ambas variables. “Soy odontopediatra y convivo mucho con la mamá antes de tener al bebé. Y vi que muchas mamás perdían a sus hijos, o bien antes de que nacieran o por nacimiento prematuro y por nacer con bajo peso, lo que los llevaba a morir a los pocos meses; al revisarlas observé que había una recurrencia de enfermedad periodontal”.

Destaca que existen muchos factores que inciden en este cuadro complejo, sin embargo, hasta ahora su investigación ha arrojado que el 5.2 por ciento de las madres que han tenido partos prematuros padecían también esta enfermedad. “Lo que sabemos hasta ahora es que las bacterias que tenemos en la cavidad bucal viajan por el cordón umbilical formando liposacáridos. Hay una sustancia, la citonina, que altera todo este procedimiento de inflamación y que algunas no se detienen en el sistema inmune de la madre sino que viajan por el cordón, donde se alojan en la placenta, la estimulan y producen un parto prematuro” explicó.

Para la obtención de datos confiables en el estudio, los criterios para la observación de las madres contemplan que en la muestra no hayan sido elegidas mujeres con problemas de tabaquismo, drogadicción o alcoholismo, además de elegir una amplia muestra que tomara en cuenta distintas edades, etnias e, incluso, nivel educativo. Estos criterios también incluyen lo que será entendido como parto prematuro, que son los bebés que han nacido antes de la semana 37 de gestación o que pesen menos de 2.5 kilos.

“Es un gran riesgo social lo mismo que una importante inversión del sector salud, las consecuencias que el niño de parto prematuro podría haber, ya que tienen más posibilidades de desarrollar infecciones, bronquitis reiterativa; algunos bebés nacen con parálisis cerebral, otros ciegos o con deficiencias en el desarrollo del oído. Sólo el 10 por ciento de los nacidos prematuramente se recupera por completo”, secuelas que podrían evitarse en caso de que se adoptaran medidas preventivas, dijo Fuentes Lerma.

Para ello, el conocimiento surgido de la investigación es esencial: “Este tipo de investigaciones están destinadas principalmente a prevenir la enfermedad antes del embarazo; aunque también es posible hacerlo durante, incluso si normalmente las personas suelen pensar que no”.

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