Romper barreras para personas con discapacidades cognitivas cerebrales

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Prejuicios y una actitud de sobreprotección son los principales retos a los cuales se enfrentan las personas con discapacidad cognitiva cerebral para reintegrarse a la sociedad, explica Tedd Judd, neuropsicólogo clínico del Departamento de Psicología de la Universidad Seattle Pacific, Estados Unidos.

Judd es miembro de la Academia Nacional de Neuropsicología, especialista en salud mental y presidente electo de la Sociedad Neuropsicológica Hispana.

Dentro del 7º Congreso Internacional de Neuropsicología Clínica Intrahospitalaria, que organizó el Hospital Civil de Guadalajara, impartió la conferencia “El papel de la neuropsicología en la reinserción social del paciente con traumatismo craneoencefálico”.

El especialista propone soluciones integrales en la readaptación de la persona con alguna discapacidad cognitiva cerebral como lesiones en el cerebro, que incluye traumas craneoencefálicos por golpes en la cabeza o derrame cerebral, pérdida de memoria, enfermedad de Alzheimer y Parkinson, epilepsia, tumores cerebrales, entre otras.

“Hay barreras físicas en la comunidad y barreras más importantes en la sociedad, manifestadas en las actitudes y prejuicios. Es un asunto de justicia social, de derechos humanos de las personas que tienen discapacidades. El derecho de participar como ciudadanos en la sociedad”, opina Judd.

Las soluciones en donde participen las familias de los afectados y la sociedad, explica Judd, contribuirían a que continúen una vida normal.

“Nos enfocamos en las dificultades y los desafíos de la gente que tiene esas condiciones, que puede ser muy difícil para ellos, donde incluso sus amigos y familia pueden abandonarlos por miedo o por no entender qué pasa con ellos o como comunicarse”, explicó Judd.

La reinserción familiar, escolar, social y productiva de pacientes con secuelas de lesiones cerebrales que han sido sometidos a cirugía y han recibido algún grado de rehabilitación neuropsicológica (memoria, atención, cálculo, lenguaje y funciones cognitivas), en sociedades hispanas, representan retos culturales.

“Hay una actitud en jóvenes, en escuelas en hacer burla y hacer bullying para resaltar las discapacidades de los otros; y la sobreprotección que viene desde la familia donde la mujer hace todo por ésta, es una actitud que no funciona para el familiar que tiene una discapacidad porque no permite que avance que aprenda y que luche por sí mismo”, dijo.

En la última década, asegura Judd, en la sociedad ha habido una mayor consciencia de las personas con discapacidades, que estima representan un 10 por ciento de la población; incluso varios países han incorporado leyes, como México en 2003 con la aprobación de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación; sin embargo el cambio en las sociedades requiere de tiempo.

Para que el individuo con discapacidad tenga oportunidad de retomar su papel dentro de la sociedad, Judd exhorta fomentar una accesibilidad cognitiva, por ejemplo mensajes que sean legibles, es decir, una letra de buen tamaño, lenguaje sencillo, para personas con discapacidad intelectual, dificultades de lenguaje, dislexia o déficit de atención.

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