Por primera vez en la historia reciente de Jalisco se registró un hecho inusual: la ciudadanía organizada logró que el ejecutivo estatal, Emilio González Márquez, metiera reversa a su iniciativa de cobrar 1,200 pesos por canje de placas para 2008 a los propietarios de más de 2.3 millones de automotores.
La semana pasada, González Márquez convocó a los medios de comunicación para leer un comunicado: “Advierto la genuina preocupación de la gente, percibo con claridad que no hay detrás de esta actitud una manipulación política, sino una genuina y auténtica manifestación de los ciudadanos. Por lo tanto, he decidido no presentar la propuesta de reemplacamiento general para los vehículos”.
Sin embargo, propone el gobernador al poder legislativo aprobar un incremento de 250 pesos al pago de refrendo vehicular y solicitar un endeudamiento por 2,000 millones de pesos. El pago de refrendo en este 2007 fue de 333 pesos, por lo que de aprobarse la propuesta, el pago sería de 583 pesos.
Crónica de una marcha
Se llegó el día y la hora: 28 de octubre, 10:00 horas. Alrededor de 300 personas se concentraron en la glorieta Minerva para iniciar su manifestación hacia el primer cuadro de la ciudad. Se eligió como ruta el principal proyecto de Emilio González Márquez durante su administración como presidente municipal de Guadalajara: la Vía RecreActiva.
Los minutos pasaban. Las y los ciudadanos, un tanto tímidos, no sabían cómo iniciar el recorrido. Se notaba que no habían participado en este tipo de manifestaciones. Familias completas con cartulinas de rechazo al replaqueo, gorras y ropa cómoda para el recorrido que tendría una hora de duración.
“Ciudadanos, vamos a esperar 15 minutos para que llegue más gente e iniciar el recorrido”, gritó uno de los convocadores. Pero no perdían tiempo: mientras esperaban la llegada de más gente, pegaban engomados a los automóviles con el aval de sus conductores, con la leyenda NO-AL-CAMBIO. JAL1SCO ES UNA MAFIA.
Los engomados tenían un costo voluntario de recuperación, con la finalidad de imprimir más calcomanías. Hubo manifestantes que aportaban en el “botecito” hasta 500 pesos. “El problema del placazo no es el costo, sino que nos quieran ver la cara de tontos. Hace cinco años se nos dijo que las actuales placas eran para 10 años”, expresó Joel.
El colectivo Despertar Ciudadano entregó un reporte por escrito en el que daba cuenta de la entrega de calcas y el dinero recabado por los ciudadanos de forma voluntaria: 2,575 pesos tan sólo el 24 de octubre. Con lo recaudado el día 28, pretendían imprimir un tiro más de 17,000 calcas. Al término del comunicado hacen una advertencia: “El gobierno del estado está ‘jakeando’ las cuentas de correo relativas al movimiento”, “Jalisco es uno contra el placazo, únete”.
Diez quince de la mañana. Leonel Michel, director de la Vía RecreActiva, intentaba disuadir al movimiento: “La vía es de y para la sociedad. El reglamento no permite manifestaciones políticas”. Sin embargo, Enrique Jiménez le respondió: “Precisamente, la vía es de la sociedad y no es un movimiento político, es ciudadano”. “No políticos, no políticos”, gritaron otros.
A la cita llegó con todo y familia el presidente del Instituto de Transparencia e Información Pública de Jalisco (ITEI), Augusto Valencia. En entrevista dijo que “la única vía que hay es el hecho de manifestarse. Si las personas no están a favor de este cobro, pues simplemente no hay que pagar. El gobierno ¿qué haría? Imagínate si 100 mil no pagan”.
Diez treinta de la mañana. Da inicio el recorrido en la ruta que creó González Márquez como alcalde de la capital de Jalisco. Ya eran 500 personas.
En el trayecto se sumaron señoras que interrumpieron el desayuno. Se agregaron con todo y tacones, “aunque sea un par de cuadras. No sabía de esta marcha, sino me venía de tenis”, manifestó Victoria.
Once de la mañana. Hay alrededor de 2 mil 200 inconformes (para los organizadores había 3,000 y para la policía municipal no representaban 800). Por las radios abiertas de los coordinadores de la vía se escuchaba una voz femenina: “si necesitan apoyo, díganlo”.
Durante los cruces de avenidas importantes, como Chapultepec, Américas, Enrique Díaz de León y Federalismo, los automovilistas sonaban el claxon de sus autos en señal de apoyo. Llegaron al primer cuadro de la ciudad. No pudieron subir al quiosco de la plaza de Armas, porque fue custodiado por policías estatales. No importó. Desde las escaleras, con altavoz en mano, acordaron no abandonar el movimiento.
Ya hay costo político para el PAN
si el día de hoy hubiera elecciones en Jalisco, el Partido Acción Nacional (PAN) no tendría la mayoría de los sufragios por el descontento de los habitantes, a razón de las recurrentes “ocurrencias” hechas por funcionarios públicos emanados del partido en el poder, aseguró en entrevista el politólogo y profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Javier Hurtado.
La “ocurrencia” más reciente se ha mantenido en la palestra durante las últimas tres semanas: reemplacar más de 2.3 millones de vehículos en la entidad, a un costo de 1,200 pesos por unidad, para 2008.
La sociedad está descontenta por las acciones de las autoridades, por denuncias de abuso sexual contra burócratas de primer nivel, por el aumento de salario en funcionarios del ayuntamiento de Zapopan, por el intento de incrementar al 100 por ciento la tarifa del agua potable y por las acusaciones más graves: “asesinato y crimen organizado en Tonalá”, dijo el entrevistado.
Ante la pregunta ¿en estos momentos ya existe un costo político para el PAN?, respondió: “Yo creo que el costo político ya es una realidad para Acción Nacional, tanto por lo del placazo, como por el tonalazo, el zapopanazo, el chapalazo, el siapazo… es una serie de escándalos que ha tenido este gobierno, que lo único que ha hecho es generar un gran desánimo y decepción entre la ciudadanía. Yo te aseguraría que si ahorita hubiera elecciones, el PAN recibiría una profunda derrota, definitivamente”.
Entrevistado previo a la reversa del gobernador en torno al reemplacamiento, Hurtado aseguró que “el placazo difícilmente lo podrán acallar, porque hay una gran inconformidad social”.
