Redes de ayuda para la Costa Sur

1017

La campaña de acopio para los damnificados por el huracán Jova realizada por distintas dependencias de la Universidad de Guadalajara ha sido una de las más exitosas entre los universitarios.
Al cierre de esta edición y de acuerdo a información de la Coordinación General de Servicios Universitarios, del 24 al 3 de noviembre se habían recabado más de 25 toneladas de alimentos, ropa y agua, los cuales han sido trasladados en vehículos oficiales durante los últimos días.
El Sistema de Educación Media Superior (SEMS) había entregado en la zona 15.9 toneladas de ayuda recabada en los planteles de bachillerato y cuatro están pendientes por entregar; el Centro Universitario de la Costa (CUCosta), con sede en Puerto Vallarta, en una primera visita entregó 60 pacas de láminas de cartón, igual número de colchonetas y despensas para 20 familias en el municipio de Tomatlán. Posteriormente, en una segunda visita realizada el 19 de octubre, se entregaron 150 despensas (80 donadas por el Banco de Alimentos de Puerto Vallarta y el resto con la colaboración de Federación de Estudiantes Universitarios, región Costa Norte) y un cargamento de medicamentos y leche para niños.
Otras ayudas fueron las que realizaron por parte del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) con sede en Autlán, quienes acudieron a las localidades donde se registraron los principales daños y entregaron despensas; mientras que los centros universitarios de los Lagos (CULagos) y de los Altos (CUAltos) contribuyeron con costales de frijoles.
Asimismo, el Hospital Civil de Guadalajara trasladó a Cihuatlán dos unidades móviles para brindar consultas médicas a los habitantes, debido a que los índices de humedad causados por el huracán elevaron el número de personas con enfermedades respiratorias. A la fecha, 15 especialistas brindan consultas sobre nutrición, hipertensión, diabetes y depresión, y además realizan análisis de papanicolau y permanecerán en la zona algunos días más.
Para el jefe de la Unidad de Protección Civil de la UdeG, Saúl Tejeda grupos organizados al interior de la universidad, como del Sistema de Universidad Virtual (SUV) realizó una colecta económica y otras entidades universitarias acudieron a las comunidades damnificadas.
“Se formó una red de apoyo entre los compañeros que vivieron en carne propia los desastres del huracán y con su solidaridad hacen que la ayuda llegue a los más necesitados. Desde que empezaron las afectaciones, los universitarios se organizaron y comenzaron a recabar alimentos, esta voluntad se manifiesta en las 20 toneladas”. Cabe mencionar que personas externas a la UdeG también colaboraron con la causa.
La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), a la fecha había recabado una tonelada de víveres en el módulo de acopio que se encuentra a un costado de Rectoría general. Este módulo se mantendrá abierto por tiempo indefinido en un horario de 9:00 a 17:00 horas.

Así lo vemos y vivimos
Una máquina que trabajaba día y noche para sacar el lodo que inundó las casas en el municipio de Cihuatlán fue el único apoyo que recibieron los habitantes de esa localidad, días después del impacto del huracán Jova en la costa de Jalisco, dicen personas que habitan en este municipio.
En Cihuatlán resultaron damnificados al menos 32 mil personas y cerca de 8 mil viviendas sufrieron daños importantes a causa de los deslaves. Una de las familias afectadas fue la familia Licón. Totalmente incomunicada, la familia conformada por tres hermanos, y sus respectivos hijos y esposas, fueron testigos de cómo quedaron inservibles sus camas, sala, comedor, muebles de la cocina y otros aparatos domésticos. Su vivienda se inundó más de dos metros de lodo y aguas negras.
“Tres de mis tíos perdieron todo porque sus casas se inundaron dos metros y medio de lodo. Sobre lo que dice el gobernador de que en Cihuatlán habíamos recibido cheques es mentira. En todo Cihuatlán no se ha recibido nada más que la máquina para sacar el lodo del pueblo”, comenta Erika Licón.
En el mismo municipio, la cabecera municipal fue una de las áreas más afectadas, comenta la periodista Soledad Aguilar, quien agregó que Melaque y la zona de comercios de Barra de Navidad también resultaron seriamente dañadas. “Otras poblaciones más pequeñas también sufrieron afectaciones a pesar de las medidas preventivas que se implementaron antes de la contingencia, como el perifoneo e información que se difundió por parte de Protección Civil del Estado”.
Añadió que en el caso de las casas habitación y alrededor de 500 comercios de verduras, zapaterías y tiendas de convivencia sufrieron graves daños; además, cientos de personas se desplazaron a lugares fuera de Cihuatlán, así como a albergues, indicó la periodista.
La comunidad de Cihuatlán busca superar las pérdidas económicas, de cultivos y humanas, pero principalmente buscan recuperar la tranquilidad que se llevó el huracán.

Artículo anteriorMauricio Vaca
Artículo siguiente¿Quieren cobrarnos más? ¡Pues hay que cobrarnos!