Raúl Gómez Tremari

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Muchos lo conocen como el hombre de la eterna sonrisa, ya que él considera que ese estado es una actitud hacia la vida. Su amplia trayectoria le ha valido que en los últimos tiempos le hayan dedicado dos publicaciones para hablar de su obra.

Una de éstas es la titulada Los grandes maestros de la arquitectura, de la autoría de Rosa María Sánchez, publicación del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), y la segunda, Monografías de arquitectos del siglo XX, edición del CUAAD y la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, escrita por Sergio Ramos Núñez, ambas con un objetivo: plasmar el legado de uno de los ingenieros-arquitectos más importantes de los últimos tiempos.

Raúl Gómez Tremari es un apasionado de la arquitectura, creador de muchas de las cúpulas más importantes de la ciudad, y por cuya cátedra han pasado grandes arquitectos. Gómez Tremari recibió en 2003, por parte de la Universidad de Guadalajara, el nombramiento de maestro emérito, por 30 años de enseñanza.

¿De qué hablan las publicaciones que le dedicaron?

Fundamentalmente dan a conocer mi vida y mi obra y cómo me fui desarrollando, además de las opiniones de otras personas que me conocen. Es un ejemplo a seguir para los jóvenes estudiantes, de qué se puede hacer en la vida. Yo llegué aquí como un extraño. Para mí la universidad más querida es la de Guadalajara.

¿Cuál es su opinión sobre los autores de los libros sobre su trayectoria?

Es algo que no quiero dejar de mencionar. Ambos son personas muy cercanas. En el caso de Rosa María Sánchez, fue una de mis mejores alumnas y ahora es una maestra que está haciendo un doctorado. En el caso de Sergio Ramos, también fue mi alumno y ahora asume un cargo en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño.

¿Qué le ha dado la arquitectura?

Muchas satisfacciones. Ver que la fisonomía de la ciudad incluye algunas de las obras que realicé a lo largo de 50 años de estar en Guadalajara, más las que construí en México, donde también trabajé un tiempo.

¿Cuál es su opinión sobre las nuevas generaciones de arquitectos?

Tienen un gran reto, ya que cada día hay más competitividad y el alumno debe prepararse cada vez más. El problema es al salir de la escuela. Buscar su preparación, aumentar su capacidad, para poder ejercer la profesión con eficiencia. Con el uso de las nuevas tecnologías ir hacia una preparación superior.

¿Qué opina de la evolución arquitectónica de la ciudad en los últimos años?

Pienso que ha habido un buen desarrollo de la arquitectura, porque se han respetado funcionalismos, las formas actuales de la arquitectura en cuanto a sus manejos y la manera en que se va creando un nuevo concepto de arquitectura, con una serie de innovaciones, como las estructuras que permiten nuevas formas.

¿Qué papel jugó la docencia en su trayectoria?

Impartí clases en ingenierías casi 10 años y posteriormente en la Facultad de Arquitectura. Lo más importante para un maestro es saber si tiene vocación para la enseñanza. Yo no sabía si la tenía y lo vine a descubrir el primer año de clases. Cuando terminé me di cuenta de que debía prepararme mucho, ya que para ser buen maestro se necesita estudiar de manera constante. Lo que más inculcaba a mis alumnos eran los principios morales, la ética y la eficiencia, que son la base para ejercer una profesión digna.

¿Qué significado tiene la Universidad de Guadalajara en su vida?

Agradezco todas las atenciones que he recibido de esta casa de estudios. Es una de las instituciones más importantes del país. Puede estar a la misma altura que la UNAM. Ha tenido un gran desarrollo en diversos aspectos y es una de las más connotadas de México. Desgraciadamente sus recursos no son suficientes para atender la sobrepoblación escolar.

Primera persona Entre las obras del arquitecto Raúl Gómez Tremari, destacan el Hospital Civil “Juan I. Menchaca”, la ex Facultad de Medicina, el edificio de la Procuraduría de Justicia y el Centro de la Amistad Internacional.

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