Poesía y ciencia, una relación cercana entre matemáticas y literatura

Con una relación aparentemente improbable, la ciencia y la literatura se complementan y expanden los límites de la poesía: Hellman Pardo

Los números y la naturaleza no se han mantenido ajenos a la literatura, al encontrar un nicho para mostrar la armonía y la perfección de las ciencias por medio de las letras, en particular en la poesía, que aprovecha las características de la ciencia para convertir los sentimientos en palabras llenas de significado.

Esta relación aparentemente improbable entre la ciencia y la literatura se ha convertido en una forma de compartir esta última, con un estilo poético que llama a no alejarse de las ciencias, sino a abordarlas para comprender la inspiración que aportan, declaró el poeta colombiano Hellman Pardo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL 2022).

Durante la charla “Estado sólido: poesía y ciencia”, el escritor recordó que esta relación entre la ciencia y la literatura encuentra uno de sus varios orígenes en la mitología, con historias fantásticas que describían los comportamientos de la naturaleza, atribuyéndoselos a los antiguos dioses griegos o romanos.

“Es muy poético hablar de esa especie de mitología, pero también involucra a la ciencia, la realidad y la verdad. Pensadores y filósofos como Aristóteles y Demócrito empezaron a dilucidar y a ver más allá del pensamiento filosófico hacia la realidad”, compartió.

Posteriormente, el cristianismo influenció las civilizaciones justificando las dudas con ideas divinas, por lo que existió un periodo en que las ciencias fueron desplazadas en la literatura. Hasta que en épocas subsecuentes surgen personajes que derrumbaron las dudas de que la religión había acabado, para dar pie a nuevos tiempos en los que nuevamente la ciencia se empleó para buscar esas respuestas que se le achacaban a un sentido divino.

Personajes como Johann Wolfgang von Goethe contribuyeron a la ciencia con conocimientos a los colores, pero también hizo aportaciones a la literatura con otros trabajos que, a pesar de no estar relacionados exclusivamente con temas científicos, sí demuestran las bondades que se encuentran en la naturaleza.

Un lenguaje en común

Hellman Pardo también recordó el mítico libro Álgebra de Baldor, un elemento clásico en escuelas que también ofrece una oportunidad de encontrar sorpresas literarias y no sólo problemas matemáticos.

“Cuando llegó el álgebra a mi vida descubrí el mundo, porque el álgebra tiene números y letras, entonces el Álgebra de Baldor es un libro completamente literario; no tiene ejercicios ni misceláneos, pero sí pequeñas biografías de matemáticas y físicos contadas de forma muy poética”, desglosó.

Pardo dijo que existen autores que han destacado las características de las ciencias y de personajes para encontrar inspiración y creatividad en la creación de poemas o cuentos.

Como ejemplo puso el trabajo del escritor francés Jacques Roubaund, quien es matemático y logró crear poemas como el Soneto incompletoen el que empleaba el lenguaje binario, un término con base en ceros y unos que se utilizan en la programación de dispositivos como las computadoras.

Enfatizó el trabajo del escritor argentino Ernesto Sabato, quien fue físico y tomó influencias de autores como André Breton y otros para adentrarse en la literatura, dejando en segundo término su desarrollo en las ciencias.

Aseguró que para encontrar la inspiración en la ciencia consume textos de divulgación, gracias a los que ha encontrado temas científicos, como el cero absoluto o los números Pi y cero, que se confunden con el misticismo, pero que sirven de influencia para crear literatura.

“Era un número irracional, un número ‘loco’, y esas preguntas disonantes estaban en mi cabeza; así que empecé a escribir un poema al número Pi y así empecé a hacer una relación entre los números, la física y algunas historias de esos personajes que me cautivaron mucho”, concluyó.

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