Nuevo ombudsman en la UdeG

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El nuevo ombudsman de medios electrónicos en la Universidad de Guadalajara, es contundente: “Si no hay público que reciba con interés nuestras señales, no se pueden regir por asuntos mercadotécnicos o por el rating”.
Aparte de mantener una posición de independencia, tanto en la programación de Red Radio Universidad de Guadalajara, como en la de televisión, Enrique Sánchez Ruiz prioriza que se debe reflejar la vida universitaria, sin perder de vista la opinión del público.
“Siento que voy a tener el apoyo de las autoridades de la Universidad para producir mejores medios para nuestra casa de estudios. Estoy comprometido con el mejoramiento, pero desde afuera”.
Autor de más de un centenar y medio de publicaciones, entre libros, coautorías, artículos especializados y de divulgación e informes de investigación, y profesor desde hace más de cuatro lustros en nuestra Universidad, Sánchez Ruiz habla para La gaceta sobre sus perspectivas como nuevo ombudsman en los medios electrónicos de la Universidad de Guadalajara.

¿Cuál es el reto principal para un académico que viene como ombudsman de medios que no juegan con el rating?
El de sostener una posición de independencia, el de observar cotidiana y sistemáticamente, monitorear lo que están haciendo los propios medios para conocerlos a fondo, y lo más importante, servir de mediador entre estos medios y el público.

Aquí no se maneja rating, se maneja calidad. Según indicios, existe la intención de conformar una programación científica en la radio universitaria. ¿Esto es verdad?
Habrá que ver las otras categorías de programación que sistematizaron. No tengo datos, pero efectivamente, la programación dedicada a la ciencia es demasiado pequeña. No creo que sea a propósito, sino que en el trabajo cotidiano no hay conciencia de todo lo que se hace y lo que se deja de hacer.
Estaremos monitoreando la programación, sugiriendo que se le dé más presencia a la ciencia, a la investigación, a los estudiantes, a los diferentes sectores. En particular a los segmentos que están olvidados por las ofertas comerciales de radio y televisión, como es el caso de El despeñadero, que ofrece música metal.
Hay la posibilidad de que a lo mejor se está transmitiendo pura música vieja. En el caso de la música clásica o a lo mejor en cualquier caso. Hay que preguntar a los diferentes segmentos del público.

¿Hay riesgo de que los medios electrónicos universitarios pierdan su esencia institucional?
No, ni creo que haya una esencia inmutable. Hay elementos que identifican y que están constantemente identificando, y que además cambian. Si estos son medios universitarios, pues tienen que reflejar la vida universitaria en cierta medida.

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