Migrantes con “nueva” patria

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El monto de las remesas han disminuido considerablemente a México, las razones obedecen a dos causas: la precaria situación económica por la que atraviesa Estados Unidos (EE.UU.), y porque la mayoría de los migrantes mexicanos en ese país ya están establecidos con todo y familia, por lo que “ya no tienen a quien enviar dinero”, aseguró el profesor investigador de la Universidad de California, José Martínez.
El académico, que impartió un seminario a alumnos y profesores del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), dijo que el panorama no es halagí¼eño ni para éste ni para el siguiente año.
Consideró que “la circulación de los migrantes ha sido reducida bastante en los últimos años, en parte por el incremento de la seguridad en la frontera norte y además, ¿a quién le mandan dinero?, si ya decidió el migrante llevarse a la familia completa o simplemente tiene más obligaciones y más gastos, una vez que la familia emigró en su totalidad a Estados Unidos”.
En términos generales, la economía estadounidense ha tendido a la baja, uno de los sectores que está prácticamente paralizado es el de la construcción, un nicho que se compone en su mayoría por trabajadores mexicanos y centroamericanos. Hoy en día, la mayoría de migrantes de esa área están desempleados.
Recientemente el Banco de México (Banxico) informó que las remesas que envían a su país los mexicanos que viven en el exterior, principalmente en EE.UU., bajaron un 3.41 por ciento, para sumar dos mil 181 millones de dólares en mayo frente al mismo mes del año pasado.
El monto de las remesas acumuladas entre enero y mayo fue de 9 mil 511 millones de dólares, un 2.66 por ciento menos que en el mismo lapso del año 2007.
Las remesas son la segunda fuente lícita de divisas de México, después de las exportaciones de petróleo, y compiten codo a codo con la inversión extranjera directa que llega al país. El año pasado, las remesas sumaron un récord de 23 mil 979 millones de dólares, un 1 por ciento más que en 2006.

Racismo
En la edición del 7 de julio pasado de La gaceta se dio a conocer que cada vez más el gobierno federal de Estados Unidos intenta detener la migración con leyes racistas que se asemejan al fascismo.
La discriminación hacia los migrantes y con mayor énfasis a ciertas nacionalidades, va más allá de las vejaciones y el incumplimiento a los derechos humanos, la segregación intenta penetrar hasta en lo económico, que en este caso son las remesas.
Empero, el racismo no sólo es a escala federal, también lo es en entidades focalizadas; por ejemplo, en los primeros días de este mes, un tribunal de Arizona determinó que las remesas de los mexicanos financian el tráfico de indocumentados, por lo que los envíos a México deben decomisarse.
La corte de apelaciones de Arizona decidió que las remesas financian el tráfico de indocumentados al servir para pagar a “coyotes”, y que por lo tanto el gobierno de Arizona como los de otros estados deben decomisar los envíos.
En ese sentido, la corporación Western Union, quien mantiene operaciones en 200 países, informó que planea apelar la decisión. La institución aseguró que actúa en busca “del mejor interés de nuestros clientes y en total cumplimiento de las leyes” estadounidenses.
A decir del académico José Martínez, especialista en el tema de migración y remesas, para aminorar el racismo en EE.UU. hacia los migrantes, la clave para los documentados como para los ilegales se centra en una participación activa en los temas electorales.
Los migrantes discriminados en la unión americana se plantean la posibilidad de regresar a México, pero “¿Regresar a qué?, si las alternativas de empleo en México son escasas o nulas, por eso, aunque la situación sea grave [en EE.UU.] no creo que muchos migrantes regresen a México, porque aquí la situación tampoco es alentadora”.
Martínez agregó que la mayoría de los mexicanos que deciden cruzar la frontera norte en búsqueda de un mejor nivel de vida, se va principalmente ante la falta de empleos bien remunerados, “posibilidades de prosperar en México, no las hay”; la segunda causa estriba en el incremento de la inseguridad pública.

Refugiados
En el Centro Universitario de los Lagos (CULagos) inició el 14 de julio la Universidad Internacional de Verano (UIV), el tema principal versa sobre migración, la conferencia inaugural estuvo a cargo de Marion Hoffmann, representante regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para México, Centroamérica y el Caribe.
Informó que la población atendida por el ACNUR es de 11.4 millones de refugiados, 13.7 millones de desplazados internos, 2.8 millones de refugiados y desplazados internos retornados, se atendieron más de 647 mil solicitudes de asilo y tres millones de personas apátridas. Con cifras al 1 de enero de 2008 el ACNUR ha otorgado protección a 31.7 millones de personas.
La funcionaria realizó dos definiciones sobre la migración mixta: un movimiento que involucra a algunas personas que son refugiadas y que necesitan protección internacional, y los que no son refugiados y que se desplazan por razones que no están relacionadas con una necesidad de protección. En ambos casos pueden presentar su solicitud de asilo durante su trayecto.
Los refugiados tienen derechos específicos y están protegidos contra la devolución forzada bajo el derecho internacional. En materia de refugiados, México ha sido protagonista en varias ocasiones, pero son dos los hechos históricos: el caso de refugiados españoles que huyeron de su país por la dictadura franquista, y la de los asilados chilenos quienes también abandonaron su nación tras la dictadura de Augusto Pinochet.

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