Medios de violencia

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“Ultrajada”, “Brutalmente asesinada”, “Violada”, y otras frases que incluso hacen mofa de las víctimas, en varias ocasiones acompañadas de fotografías explícitamente violentas, no faltan en notas periodísticas o contenidos televisivos.

El lenguaje que utilizan los medios de comunicación fomenta en ocasiones la violencia de género y revictimiza a las mujeres, ya sea por falta de capacitación o de tacto por parte de los reporteros, o porque algunos consorcios empujan este tipo de políticas editoriales poco sensibles para vender a como de lugar su producto.

El académico del Departamento de Estudios Socio Urbanos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Francisco Javier Cortázar Rodríguez, realiza actualmente una investigación  sobre “Violencia  de género en los medios de comunicación. Señala que se detecta cierto ensañamiento de éstos sobre todo para con dos sectores específicos: las mujeres y las personas de escasos recursos.

“En nuestro estudio comenzamos a analizar los medios nacionales y luego, poco a poco, los medios regionales. Y este tipo de tratamiento, efectivamente, se da en mayor frecuencia con medios de corte policiaco”, agrega Cortázar Rodríguez.  No obstante, en medios que no son policiacos también se llegan a publicar términos discriminatorios o revictimizantes.

“A las mujeres, en vez de darles el tratamiento de víctimas, hay medios que hasta llegan a insinuar que lo que les pasó fue porque se lo buscaron o que andaban metidas en drogas y alcohol. Se publican nombres, o hasta domicilio, además de fotografías. Y los hechos que se publican casi siempre son de colonias o de personas de escasos recursos, como si en las clases altas estuvieran ajenas a la violencia intrafamiliar”, lamenta el doctor en Ciencias de la información y comunicación.

No sólo en la prensa, también en programas
El  más reciente “Estudio Nacional sobre las Fuentes, Orígenes y Factores que Producen y Reproducen la Violencia contra las Mujeres”,  realizado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) en 2013, indica que la televisión es el medio que más reproduce contenidos violentos contra las mujeres.

En uno de sus apartados, el estudio de la CONAVIM analiza la reproducción de la violencia contra las mujeres y sus mecanismos de legitimación en los medios de comunicación en México. El 33 por ciento de los programas incluye violencia contra las mujeres, destaca. El 82.4 por ciento de esos contenidos se concentra en cuatro tipos de emisiones: “talk shows”, telenovelas, mini dramas y revistas de entretenimiento. La violencia se utiliza como eje de las historias —de ficción o no— que se desarrollan.

El estudio señala que tanto en radio, televisión como en prensa escrita,  persiste una inadecuada problematización del tema, debido a la ausencia de comunicaciones que reflexionen sobre las causas de esta violencia, y la responsabilidad conjunta del Estado y la sociedad en la prevención y erradicación del problema.

“Éste sigue siendo trivializado o presentado ante la opinión pública como un asunto ´de mujeres´. Y no obstante que es visible, el problema sigue enfrentando fuertes presiones que tienden a invisibilizar su naturaleza real, sus alcances y su gravedad”, indica el documento.

Capacitar en lenguaje incluyente
Cortázar Rodríguez considera que, si bien en varios casos hay poca preparación de los reporteros para manejar un lenguaje incluyente, hay medios que de plano se enfocan a una línea editorial sensacionalista o espacios televisivos en los que es premeditada la mofa a los detenidos en los separos policíacos, muchas veces vulnerando derechos como la presunción de inocencia.

“Esto se ha agudizado porque hay medios que someten a sus reporteros a la presión de publicar material de este tipo para vender, ante la competencia de los medios digitales que han afectado a los tradicionales que buscan nuevos nichos”, comenta.

El académico propone el uso de “manuales de lenguaje incluyente, con enfoque en el respeto a los derechos humanos, para evitar revictimización y evitar violencia de género”.

Lo ideal, considera, es que los comunicadores busquen capacitarse en este tipo de temas y que los medios informativos también fomenten este tipo de lenguaje incluyente en sus líneas editoriales.

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