Más lluvia más muertes

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El problema de las inundaciones se ha convertido ya en un fenómeno muy peligroso, tanto en los puntos críticos de inundaciones, como por la frecuencia y magnitud de los eventos, todo ello combinado con la presencia de la población en territorios altamente peligrosos. La conjunción está creando un escenario de gran riesgo a mediano plazo.
Así opina el investigador del Departamento de geografía y ordenamiento territorial del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, Luis Valdivia Ornelas.
Para este especialista, “la ausencia de planeación urbana dentro de un marco de ordenamiento de manejo de cuencas hidrográficas, es un factor importante para que el problema se incremente de manera considerable y tenga un impacto muy severo en las condiciones naturales de los sistemas hidrográficos”.
Lo anterior, dice Valdivia Ornelas, es causa de que incluso cuencas pequeñas —de origen urbano— se conviertan en grandes problemas cuando llueve mucho, a causa de que sus consecuencias no estén contempladas dentro de estudios técnicos hidráulicos; “estamos presenciando que los problemas se han agudizado en los últimos 20 años”.
Para descifrar lo que ha sucedido, indica el investigador, se tiene que comenzar por aceptar que el fenómeno se debe a una mezcla muy compleja de factores, como la omisión y la falta de perspectiva de que la naturaleza tiene una cierta dinámica y si se altera entonces empieza a responder de manera distinta.
Además, precisa, hay un rezago en temas como los recursos hidrológicos, los de planeación urbana, los de ordenamiento, pero a los que se agregan otros de tipo caótico donde intervienen muchas variables como las complicidades, y la corrupción en muchos sentidos. Hay un fenómeno multifactorial donde las responsabilidades no están definidas.
Y frente a estos problemas ¿qué se debe esperar? Valdivia, es contundente y afirma que aumentarán los peligros de las inundaciones y sus consecuencias, y la tendencia —como en los últimos diez años— es que se vaya incrementando el problema junto con los nuevos espacios urbanizados, como en Toluquilla, la Cuenca del Ahogado y Tlajomulco, que son —y serán— los nuevos escenarios, pronostica.
“Tenemos necesariamente que ver que éste no es fenómeno esporádico, ni natural, incluso muchos decían que porque aquí en Guadalajara así llovía y no nos dábamos cuenta que eran las modificaciones del hombre las que estaban causando el problema y hoy nos queda sólo incentivar la cultura de la prevención y que la población se exponga menos.”

Más vidas humanas año con año
La falta de cumplimiento del proyecto de los colectores, que fueron francamente rebasados, el crecimiento excesivo de la ciudad hacia sus afueras, improvisadamente y sin una planeación integral, y la ausencia de una política de previsión por parte de los ayuntamientos implicados, son los tres factores que han dramatizado las consecuencias de las lluvias hasta encontrarnos en un serio problema, asegura el investigador Carlos Aguirre Paczka del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
“No se ha logrado tener a la par la planeación de la infraestructura contra la edificación de las casas, siempre gana la segunda parte y se vuelve un problema muy serio y no hemos estado listos con unas serie de acciones que los ayuntamientos debían realizar, como tener localizados los problemas, y los municipios mas débiles no tienen respuesta, improvisando obras y dejando de atender otras prioridades”.
Un ejemplo patente de esta problemática es el de Tlajomulco, señaló Aguirre Paczka, que es un municipio que tiene que atender con pocos recursos muchos problemas, tratando de cubrir un área muy grande con muy pocos recursos para el tamaño de las cosas que se tienen que hacer, “simplemente los desazolves, lo hicieron pero luego de las primeras lluvias están igual y tendrían que tener maquinaria y todo para solucionar todos los problemas”.
El crecimiento, que no va a la par con la infraestructura, nos está causando graves problemas “siempre venimos atrás”, explica Aguirre, quien destaca que el fenómeno de que los promotores vayan adelante eligiendo los lugares por precio y conveniencia no parece ser la forma más adecuada de planeación, indica.
Sugiere que el gobierno debe tener una infraestructura adecuada que ofrezca a los desarrolladores en lugares específicos; y si eso no ocurre así, se crean muchos problemas, ya que no se tienen resueltos las descargas del drenaje y de los caudales pluviales. “Ésta es una obra que es cara y que no se ve, y se olvida año con año, porque termina el temporal de lluvias y así la población no lo nota”.
Afirma el especialista que se están creando situaciones de riesgos altos “entre más caminamos en esto los riegos son más y nos van a empezar a cobrar en accidentes graves y vidas humanas, y tenemos que pensar si así se miden las obras, si las obras se tasan por la cantidad de problemas o inclusive la cantidad de vidas, entonces estamos un poco mal ¿no?”

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