Los museos una búsqueda de sentido

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Para Ricardo Rubiales, coordinador del Comité de Educación y Acción Cultural del Consejo Internacional de Museos (ICOM), los cuestionamientos que siempre han surgido respecto de estos espacios culturales, son sobre “cómo serían más allá de su forma y su filosofía, quién es el visitante y cómo se acerca al patrimonio”. Esto lo dijo durante su ponencia “Paradigmas en los museos del siglo XXI”, que ofreció la semana pasada en el Primer Foro de Museos. Arte, cultura y vinculación, organizado por el MUSA de la UdeG.

Rubiales dijo que también hay que preguntarse qué sucede en la mente de las personas, porque tiene que ver con “cómo nos relacionamos con el museo, porque todo lo que ocurre ahí es sociocultural”, pero que debe darse a través del trabajo en equipo, el análisis y el cuestionarse, más que sólo recibir información, contrario a lo que normalmente sucede en algunos sistemas educativos como el nuestro, y que lo vuelve deficiente.

Por ello, dijo que el término “mediación” es muy utilizado ahora en los museos, pero con lo cual “la idea no es ser un experto que le vayas a enseñar a un público lo que tiene que aprender, sino caminar con ellos en su proceso de aprendizaje y ayudarlos a interpretarlo”, y aunque esto tiene unos veinte años en los museos “será el futuro”, porque “la interpretación es el proceso más importante de la búsqueda de sentido”.

Así, señala que cuando se habla de patrimonio tangible e intangible, “nuestro trabajo no se trata de resguardar cosas, se trata de que la gente se apropie de ellas y las entienda. Para que una exhibición sea exitosa, el efecto en la persona es tan importante como el proceso de contar”.

Para esto también es necesaria la reflexión, “porque a veces no sabemos quién es el público”, y señaló que en México se tienen sólo cinco estudios sobre públicos desde hace veinticinco años y, sin embargo, por las investigaciones de otros países, se sabe que “hay muchas diferencias entre las personas de hoy y aquellas para las que diseñamos. Trabajamos sobre los supuestos de quiénes son. Creemos que el público del museo sigue siendo el mismo, pero ha cambiado en todas las áreas, y lo único que es lo mismo desde hace setenta años es el museo”. Por lo que es “es mentira que existe un gran público. Existen los públicos, y trabajamos para unos y para otros”.

En el foro, que se llevó a cabo durante el 25 y 26 de mayo, se tocaron diversos temas sobre el quehacer museístico. Uno de ellos, fue el de los patronatos, a cargo de Agustín Arteaga, director del Museo Nacional de Arte. Éste dijo que para enfrentar los problemas económicos que atañen a los museos en México, una opción podría ser la creación de políticas públicas al respecto, y que los patronatos deberían ser quienes cabildearan dichas iniciativas, dada su capacidad de relación pública. Pero señaló que esto poco sucede en México porque no hay una tradición filantrópica, con normas, reglas y prácticas profesionales que existen en otros países.

Por otra parte, para Francisco Javier Díaz Reynoso, representante del ICOM, algo fundamental al relacionar el museo con el público, es preguntarse “cómo provoco un afecto con cualquier tema”, aún con las escenas de injusticia o asesinato, que muestran “de lo que es capaz el ser humano”. Para lograrlo es necesaria la contemplación, que a pesar de no suceder al unísono en los espectadores, es de los niveles más elevados de la percepción, pero que requiere que todos los sentidos estén abiertos a ello en la interacción con el arte, y que sin embargo, poco se repara en ello.

Desde ahí, el curador Patrick Charpenel, que también estuvo presente en el foro para hablar sobre los nuevos modelos de museos, ante la vorágine tecnológica actual, que sobre todo propone la inmediatez y la rapidez, y de la que muchos artistas nuevos se contagian queriendo provocar más que nada el efecto y el artificio para esos fines, dice que es necesario que los museos vuelvan la cara hacia cómo promover la reflexión tranquila y pausada, acerca del desarrollo humano que genera el arte.

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