Los huéspedes dañinos

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El caso de la Colonia Chapalita, en la que casi el 50 por ciento de los árboles existentes está siendo afectado por la plaga del muérdago, podría ser un reflejo de lo que sucede en toda la Zona Metropolitana de Guadalajara, lo que representaría un empobrecimiento de las condiciones ecológicas, advirtió el maestro José María Chávez Anaya, Jefe del Departamento de Protección Ambiental del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).
El problema es grave, señaló el investigador, pues el daño que el muérdago provoca, consiste en eliminar la actividad fotosintética de los árboles hasta que luego de 4 o 5 años éstos mueren.
“Esto nos va a llevar a que se reduzca la capturación de bióxido de carbono —el principal causante de la inversión térmica—, es decir, que no sea absorbido por los árboles y además que no generen oxígeno. Esto significa que cada época invernal va a incrementarse la contaminación por la afectación de los muérdagos”.
De acuerdo con Chávez Anaya, la plaga del muérdago es la peor afectación a las especies arbóreas en México, pues no es problema exclusivo de la Zona Metropolitana de Guadalajara, sino que es una situación que se repite en otras zonas urbanas del país. Además, los estudios que ha realizado el profesor indican que la plaga se ha intensificado en las últimas tres décadas en las zonas urbanas debido a la falta de planeación en la plantación de árboles, pues se plantan especies contaminadas, susceptibles a contaminarse y muy cerca una de otra, lo que facilita la transmisión del muérdago.
“Si no hacemos algo, vamos a tener una ciudad en la que van a aumentar las temperaturas, la contaminación, los niños con alergias, los problemas en las vías respiratorias y va en detrimento de nuestra salud”.

Saber para solucionar
La solución a este problema tiene un costo aproximado de 3 millones de pesos que ningún ayuntamiento ha querido asumir informó José María Chávez Anaya.
Consiste en un censo del arbolado de toda la Zona Metropolitana de Guadalajara que permita obtener un diagnóstico de la situación y aplicar las podas necesarias pues según dijo el investigador, los productos químicos para acabar con la plaga, aún no están certificados.
“En administraciones pasadas, en los ayuntamientos de Zapopan y Guadalajara fue nula. En el actual ayuntamiento de Guadalajara están tratando de conseguir el recurso pero no se ha concretado. Urge porque no se va a tener una estrategia técnica acertada si no es a través de este diagnóstico. Se tienen que unir los ayuntamientos porque las plagas no conocen de las fronteras municipales”.

Ejemplo de solución
La Colonia Chapalita una de las zonas más arboladas de la zona metropolitana es también una de las zonas más perjudicadas con la plaga del muérdago, por lo que los vecinos se organizaron para realizar un censo del arbolado en conjunto con el Departamento de Protección Ambiental de la UdeG y obtener un diagnóstico.
Este censo fue llevado a cabo en el año 2010 en el que fueron censados 1778 árboles, de los cuáles 861 están afectados, es decir casi la mitad requerían de una poda y estaban en riesgo de morir.
Con el diagnóstico se pudo identificar a las especies de árboles dominantes: jacaranda, casuarina, eucalipto, fresno y naranjo agrio, todas ellas afectadas. Así como el tipo de muérdago que afecta mayormente a estas especies (Struthanthus interruptus y Psittacanthus calyculatus).
El censo fue aplicado en 19 hectáreas de la Colonia Chapalita, llevó casi dos años y sus resultados fueron publicados en el libro Arbolado de Chapalita: estado y valor.
Apenas el mes pasado fue anunciado que se comenzarían la poda estratégica para el rescate de las especies afectadas. Otras colonias afectadas son la Seattle, Country, Parque los Colomos y Jardines del Bosque.

Caso Matute Remus
Una consecuencia del desconocimiento y reflejo de la falta de este censo del arbolado es la situación en el Puente Matute Remus en el que fueron plantadas principalmente especies de árbol como la jacaranda, que ha sido de las más infectadas por el muérdago.
“Esta especie fue plantada a una distancia de cuatro metros cuando debe ir a mínimo diez metros. Además los plantaron prácticamente debajo de la estructura del puente, lo que significa que estos árboles van a ser afectados por muérdago y que su crecimiento va a alterar la estructura de este puente”.

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