Los artistas de la calle

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La calle es la desnudez de la ciudad. Su anatomía de banquetas, plazas, carriles, camellones y cruceros está poblada de todos los gestos del alma humana, sus movimientos, formas y colores. Pero hay algunos entre ellos que se muestran con toda intención, con todo el ánimo de ejercer un oficio que no se queda en los museos.
Son artistas de la calle José Luis Orozco con sus cucharas de mango doblado para sostener la curva como un caballete con coloridas vistas campestres; Cristo González Benítez, que dibuja retratos a lápiz junto al Teatro Degollado desde hace más de 20 años, “El George” con sus paisajes cósmicos de aerosol, y Pedro Hernández Gómez “Meter” con diez años de ver a Guadalajara desde la ventana de sus camiones, mientras canta y toca la guitarra.
La explanada de Plaza Universidad es el escenario de distintas funciones sin horario fijo. Entre los portales y la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz se presentan de tarde en tarde estatuas vivientes y payasos anónimos que reúnen un coro de espectadores casuales y recolectan monedas de sus bolsillos. También el grupo de capoeira Mandinga aprovecha este espacio para saltar con buen ritmo ante el asombro del público. Los juglares no debían sentirse diferentes al cosechar los mismos aplausos…
Los tiempos son otros y la ciudad no es igual, pero a través de los siglos la calle late, respira, vive.

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