Los anfibios y la ciencia

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Bullfrog at Edge of Water ca. 2000

Desde hace 11 años, especialistas de la máxima casa de estudios en Jalisco analizan la piel de las ranas para obtener antibióticos naturales que permitan combatir infecciones tanto en los seres humanos, tales como tiña, pie de atleta y acné, como en animales.
Hoy investigadores universitarios, entre ellos el doctor Alfonso Islas Rodríguez, lograron la patente PCT Internacional, así como una nacional de un antibiótico natural que incide benéficamente ante la mastitis bovina, enfermedad de las ubres de las vacas.
De 2007 a 2009 los estudiosos del CUCBA crearon un extracto que contiene péptidos antimicrobianos probado en cuatro ranchos a cerca de 80 vacas. Los resultados fueron positivos, ya que curó el problema de mastitis bovina. En pocos animales el impacto fue menor o nulo, lo que dependió del grado del avance del mal.
Islas Rodríguez, académico del Departamento de Biología Celular y Molecular, del CUCBA, señala que existe interés de negociar con la UdeG por parte de cuatro países (Brasil, India, Eslovenia y Suiza) para adquirir licencias y crear desarrollos a partir de tales investigaciones.
El académico adscrito al Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), lamentó los obstáculos para el registro de la patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. No obstante, alcanzaron este objetivo durante el año pasado.
Sobre los siguientes pasos, Alfonso Islas explicó que derivado de tales conocimientos, están desarrollando otros “péptidos antimicrobianos naturales” los cuales serán gotas y servirán para resolver padecimientos de los ojos humanos.
Cabe señalar que tales antibióticos serán sintéticos, es decir, diseñados. “Del conocimiento obtenido, ahora nosotros tenemos la capacidad de decir, vamos a hacer este nuevo péptido sintético” con lo que no incidirán en la fuente natural, es decir, ya no usarán de manera directa la piel de tales animales.
En 2001, los especialistas lograron el primer apoyo de CONACYT, mientras que en 2006-2007 obtuvieron el segundo. La primera patente (internacional) fue en 2010. “En 2011 se aprobó la segunda y el desarrollo del colirio está en el 2012 y tenemos una liga muy importante con la Universidad de la Sapienza, en Italia”, para publicar artículos, corroborar resultados, entre otros puntos.
El doctor Alfonso Islas precisó que esta investigación ocupa 16 horas de su día laboral. “Es decir, se derivan proyectos y tesis de licenciatura y de doctorado, nuevas investigaciones, estamos buscando dinero en el Banco Interamericano de Desarrollo para que nos apoyen otros nuevos proyectos, lo que es muy satisfactorio, dijo.

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