Las formas asociativas de los jaliscienses en E.U.

Los recién llegados buscan hacer contacto con otros migrantes que, en el nuevo lugar de residencia, viven situaciones similares y comparten orígenes comunes

Una parte muy importante del proceso de adaptación, cuando una persona migra a otro país, es la búsqueda y el establecimiento de contacto con otros migrantes que, en el nuevo lugar de residencia, viven situaciones similares y comparten orígenes comunes. Gracias a estas relaciones sociales entre migrantes en el nuevo país, surgen organizaciones que posibilitan una mejor adaptación cultural, laboral y económica.

Alrededor del mundo existe evidencia (armenios en Rusia, chinos en Canadá, argentinos en España y por supuesto mexicanos en Estados Unidos, entre muchos otros) desde hace algunas décadas, de que gran parte de los recién llegados (no todos) buscan integrarse a redes comunitarias preexistentes que facilitan su inserción en los nuevos lugares de acogida, así como el contacto directo con sus comunidades de origen. Dichas redes van desde grupos familiares y comunitarios hasta asociaciones denominadas “sin fines de lucro” como las organizaciones de defensa de derechos humanos y laborales de migrantes, entre otras.

En el caso de los grupos de migrantes jaliscienses en Estados Unidos, se debe distinguir entre asociaciones informales y asociaciones formales. En el caso de las primeras, las informales, no cuentan con una estructura definida y se pueden identificar como grupos religiosos, de amigos o/y familiares, generalmente del mismo lugar de origen, que concurren en algún lugar, ya sea público (parque, plaza, etc.) o privado (hogares familiares) para convivir y conocer las noticias la tierra que dejaron atrás y hacer encargos de productos de la nostalgia, entre otros. 

Las segundas, las formales, cuentan con una estructura definida (que las rige) y son registradas en los Estados Unidos de Norteamérica como Organizaciones sin fines de lucro (NPO, por sus siglas en inglés), pudiendo identificarse tres niveles distintos:  clubes (grupos de migrantes), federaciones (agrupan clubes), o confederaciones (agrupan a federaciones de clubes). Estas asociaciones (de acuerdo con el nivel) promueven, además de causas caritativas, acciones de servicio social y de promoción religiosa, movilizaciones colectivas en pro de derechos laborales, humanos y en gran medida también, de derechos políticos.

Gracias a las relaciones sociales entre migrantes en el nuevo país, surgen organizaciones que posibilitan una mejor adaptación cultural, laboral y económica.
Leticia Hernández Vega

Las acciones de participación cívico-política de las organizaciones de migrantes mexicanos en Estados Unidos han tenido gran influencia y resultados relevantes, logrando la coordinación de esfuerzos entre personas, organizaciones e instituciones, tanto en el lugar de origen como en el de destino. Aunque, dada la naturaleza de estas asociaciones, no existe un padrón confiable que dé cuenta exacta de su volumen, se tienen datos aproximados, por un lado, recabados por el Instituto de los mexicanos en el exterior, los cuales señalan que en el 2016 existían poco más de 2,500 organizaciones de oriundos registradas, de las cuales más de un centenar pertenecían a las federaciones de jaliscienses. 

Por otro lado, para el 2018, la autora pudo contabilizar alrededor de 80 sitios en Facebook de grupos de jaliscienses radicados en la Unión Americana, algunas de éstas son: Asociación de Tuxpenses del Área de la Bahía, Hijos Ausentes de Cuquío, San Juan Cosalá Hijos Ausentes, Federación Jalisco Internacional, Federación Jalisciense del Medio Oeste y el Consejo Nacional de Federaciones Jaliscienses de Estados Unidos, entre otras.

Estas organizaciones formales han adquirido especial relevancia debido a que se han convertido en actores políticos estratégicos para el desarrollo de sus comunidades en ambos lados de la frontera, logrando capitalizar recursos, potenciar sus redes sociales humanas, apropiarse de la tecnología para hacerse visibles, levantar la voz, negociar proyectos y colocar temas de interés en las agendas legislativas, entre otras muchas acciones que no se quedan sólo en el plano local, sino que han llegado a posicionarse exitosamente en el plano glocaline, plano donde convergen lo global, lo local y lo online.

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