La sexualidad nunca envejece

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En general, los adultos mayores no gozan de una sexualidad libre, aun cuando en la tercera edad el deseo y la satisfacción sexual es una necesidad como en todas las etapas de la vida.
Según datos del estudio La sexualidad después de los sesenta: deseo y satisfacción sexual, en el municipio de Guadalajara gran porcentaje de las mujeres mayores de 60 años mantienen el deseo sexual y una tercera parte de ellas continúa ejerciendo dicha actividad.
Para el jefe del Departamento de Salud Pública, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), doctor Osmar Matsui Santana, la sexualidad en hombres y mujeres de la tercera edad está supeditada. “Es señalado que a su edad puedan seguir teniendo deseo sexual, porque se considera que la sexualidad es más para la gente joven y que a los abuelitos ya les pasó su etapa. Y ellos también se sienten así”.
El experto colaboró en el proyecto “Mujeres grandes: las mujeres mayores del municipio de Guadalajara a comienzos del siglo XXI”, de la gerontóloga Neyda Mendoza Ruvalcaba, auspiciado por el Instituto Municipal de las Mujeres en Guadalajara.
Para realizar la investigación se tomó en cuenta la opinión de 638 mujeres mayores de 60 años, originarias del municipio tapatío. Entre los resultados principales se encontró que el 47 por ciento de las mujeres casadas refirió que sienten deseo sexual, mientras que en el caso de las mujeres viudas este porcentaje significó una cuarta parte.
“De las viudas, el 44 por ciento dijo que está insatisfecha y el 43 por ciento que está satisfecha. Volvemos al peso que tiene la cultura en la que fueron educadas estas mujeres hace 60 o 70 años”, explicó el experto en sexualidad.

Actividad sexual no sólo
para jóvenes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la sexualidad es un aspecto central del ser humano a lo largo de la vida, que incluye aspectos biológicos, de significación socio-cultural y psicoafectivos en torno al sexo, el cuerpo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.
En el campo de la sexualidad en los ancianos intervienen aspectos culturales y hasta familiares, comentó el doctor Matsui: “depende con quien vivan. Cuando viven con hijos o familiares, se pierde la privacidad e intimidad”. Lo anterior se comprueba al indicar que el 79 por ciento de las entrevistadas que habitan con familiares, dijo que no tenían deseo sexual.
En el campo de las mujeres ancianas de hoy, ellas fueron educadas en una cultura que resalta dos aspectos principales: la relación estrecha de la sexualidad con la reproducción y, por tanto, la idea de que la menopausia significa el final del goce sexual. A esto se le pueden sumar las críticas sociales y señalamientos, como el que la vida sexual es para las personas jóvenes. Sin embargo, las nuevas generaciones ya ven a la sexualidad más allá de la reproducción.
Añadió que a pesar de que existe evidencia científica de que con la edad disminuye la producción de hormonas y neurotransmisores involucrados en el interés sexual en hombres y mujeres, hay otras variables que pudieran intervenir, como su historia, vivencias sexuales, sentimientos de libertad, noción de derecho de sentir así como de expresar deseo y satisfacción sexual.
La investigación también arrojó que del total de entrevistadas, el 5.6 por ciento reporta haber tenido su última actividad sexual en la semana reciente; el 9.4, en el último mes y el 12.9 por ciento, en el último año. El 14 por ciento no quiso contestar esa pregunta.
El tiempo promedio desde la última actividad sexual es de 11.84 años.
A partir de los 60 años, disminuye el número de mujeres que viven con su pareja o con alguna compañía, por lo que los especialistas deducen que las mujeres más satisfechas sexualmente son las que habitan con su esposo o tienen pareja. Por el contrario, las más insatisfechas son aquellas que solo viven con sus hijos, lo cual puede deberse a que no tienen otra persona de su misma edad con quien vincularse afectiva o sexualmente.

“No sólo erotismo:
también es cuestión afectiva”
Ante la soledad en la vive parte de ellos y ellas, en algunos países son comunes los clubes para adultos mayores. Los beneficios de este tipo de convivencia se ven reflejados en la salud y en la seguridad emocional que brinda sentirse querido.
“El hecho de sentirse atraída o atraído, genera hormonas y otras sustancias neurotransmisoras que los revitalizan e incluso alivian la depresión. No únicamente es el erotismo, sino también las cuestiones afectivas”, concluyó Matsui.

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