La inversión térmica fenómeno habitual y cíclico

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Al año en la zona metropolitana se registran 280 inversiones térmicas en promedio y afectan más debido a los contaminantes en la época invernal, ya que no llueve y la atmósfera permanece sucia. Sin embargo, aunque pueden pronosticarse, éstos no van más allá de los tres días, expresó íngel R. Meulenert Peña, director del Instituto de Astronomía y Meteorología, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías.
Más allá de los tres días no pueden hacerse pronósticos objetivos, insistió el investigador. “Los meteorólogos no somos dioses, ni magos. No tenemos varita mágica, ni bola de cristal. La meteorología todavía no ha logrado la perfección al cien por ciento. No puedo dar un pronóstico de las inversiones térmicas en la zona metropolitana a un mes o a 15 días, ni a una semana.
Las inversiones térmicas son variables. Hay días en que no se registran aun en tiempos de invierno. Estos fenómenos son más frecuentes cuando hay buen tiempo, es decir, cuando hay cielo claro, poca nubosidad y sequedad.
“Debemos eliminar el estigma de que la inversión térmica es mala. Es un fenómeno que ya está dentro de la circulación general de la atmósfera y que siempre ha existido. No es posible evitarla, porque viene acompañada de los sistemas metereológicos que existen. El problema que debemos evitar y de manera urgente es contaminar nuestra atmósfera”.
En las grandes urbes, como la zona metropolitana de Guadalajara, cuando ocurre la inversión térmica, es casi imperceptible, debido a la alta producción de contaminantes y de calor, explicó Meulenert Peña. “Si no hubiera contaminación, no sentiríamos las inversiones térmicas, ni nos dábamos cuenta. Si alguien estuviera en el campo podría haber inversiones térmicas todos los días y no se daría cuenta, porque no respiraría ningún contaminante. El problema está en las ciudades cuando hay contaminantes”.
Las inversiones térmicas son fenómenos meteorológicos en que por unas cuantas horas, la temperatura en vez de disminuir con la altura, aumenta. Al estar caliente abajo y frío arriba, los contaminantes no pueden escapar. Actúan como un tapón. A medida que el sol empieza a calentar la atmósfera, se rompe esa estructura y los contaminantes se liberan.
Este fenómeno se manifiesta con mayor intensidad en la madrugada y puede continuar hasta el medio día, lapso en el que se sugiere que principalmente niños y adultos mayores eviten realizar actividades al aire libre.
Además, la inversión térmica puede presentarse en verano, invierno o en la temporada de estiaje. “Pueden aparecer los seis meses del periodo de lluvia, pero no hay problema, ya que el agua de lluvia lava la atmósfera y el contaminante desaparece”. Sin embargo, durante los periodos en los que no llueve, los contaminantes están presentes de manera permanente.

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