La fórmula de las telenovelas

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La calidad de la televisión no sólo tiene que ver con la intención de los programas, sino que va mas allá de lo que podemos observar. En el caso de las telenovelas existe una clara visión para el doctor Guillermo Orozco Gómez, quien se ha especializado en la investigación de los medios de comunicación y en trabajos sobre recepción televisiva con niños, maestros y padres de familia. Él observa que la calidad de los programas de televisión tiene más relación con la inversión que se realiza en la producción técnica y el cuidado de las narrativas.
“La forma de contar las historias tendrá más impacto en el televidente, pero también su originalidad, no solo en los guiones, sino también en la producción de televisión, sus escenarios y vestuario”.
Sin embargo, Orozco Gómez, profesor investigador del Departamento de Estudios de la Comunicación Social, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, advierte que las televisoras del país “ya se mal acostumbraron a que pueden ofrecer casi cualquier cosa, y las audiencias mexicanas seguirán viendo lo mismo, porque la mayoría no tiene acceso a la televisión de paga”.
El autor de libros como Televisión y audiencias, un enfoque cualitativo (1996), La investigación en comunicación dentro y fuera de América Latina (1997), Televisión, audiencias y educación (2001), ejemplificó el panorama de las telenovelas: “Teleglobo, televisora brasileña, equivalente de Televisa en México, tiene mucho mejor calidad. Además, cuenta con guiones originales y una estética que se va renovando. Mientras que en México, a pesar de que hemos tenido telenovelas de mucho éxito y que han sido ejemplares para este género de ficción, éstas han decaído y lamentablemente en creatividad, de inversión en la calidad, que en otro momento fue carácteristica de la televisión mexicana”.
Las empresas de televisión consideran su misión en el mercado como un servicio que permite satisfacer las necesidades de entretenimiento e información de las audiencias, y se observa que cumplen con exigencias de rentabilidad, a través de altos estándares de calidad, creatividad y responsabilidad social, pero nunca dejan de lado la publicidad, un factor que les permitirá la estabilidad de la empresa.
“El abuso de la publicidad en las telenovelas también cansa, inunda los espacios entre una y otra programación, y dentro de ésta el personaje de la telenovela anuncia algún producto de forma explícita”, de manera que se bombardea a las audiencias para que realicen el consumo constante.
“Los televidentes no tenemos porqué estar soportando tanta publicidad o propaganda política en el tiempo que uno quiere disfrutar y entretenerse con una buena película o un capítulo de telenovela”, opina Orozco Gómez, quien participa en el Observatorio Iberomericano de Ficción Televisiva (Oibtel), junto a coordinadores de Colombia, Chile, Brasil, España, Venezuela, Argentina, Estados Unidos y Portugal.

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