La escritura elegante

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El destino fue exacto con Raúl Navarrete al cerrar las horas de su vida. Nació un 7 de noviembre de 1941 y un 7 de noviembre de 1981 muere en el hospital de Traumatología del Centro Médico Nacional. Un accidente automovilístico interrumpe el impulso y resonancia de una voz categórica.
Él siempre dijo que nació en 1942, para esquivar las burlas del entorno. Si el 41 pesa en las ciudades mexicanas, resulta un fardo en el medio rural o pueblerino del que procedía: Arandas, Jalisco. Que nadie sepa que tal año impregnó su biografía. Si no piden actas de nacimiento para certificaciones extraoficiales, prefirió mentir.
Navarrete fue un hombre tímido, de voz pausada y con sordina. De su apariencia casi gris, pocos intuían el mundo interior que transportaban sus pasos. Menos la cantidad de logros conseguidos en un lapso breve.

Navarrete y Fantomas de la mano
Raúl Navarrete comía, compraba ropa y acudió cientos de veces a la gasolinera. Fue cabeza de familia, a la que daba “el chivo”, como dicen en su terruño: dinero para la manutención y otros gastos. Lo obtenido en premios y becas le significaron un respiro para durante algunos periodos ponerse de lleno a escribir. Excepciones temporales.
Como de escribir y regalías, pocos viven, un trabajo que le dio recursos para “casa, vestido y sustento”, fue el de redactor, guionista y supervisor de argumentos en editorial Novaro. Quince años entre ideas, monos y tramas. Cinco de forma exclusiva como editor responsable de Fantomas, la amenaza elegante, para la que realizó guiones y supervisó contenidos e investigación histórica y literaria.
Hacer guiones para historietas gráficas tiene lo suyo. Labor compleja y especializada, tanto o más que producir un libro convencional.
En los guiones de Fantomas en el periodo en que es editor responsable Navarrete, desfilaron por sus páginas Miguel de Cervantes Saavedra, Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Octavio Paz, Luis Buñuel, Jorge Luis Borges, Jean Paul Sartre, Susan Sontang… La historia de México y América Latina constituyó el fondo de sus argumentos. Pasado, presente y futuro de Norte, Centro y Suramérica. La vida de los pueblos indígenas junto a la ubicuidad e interpolación de épocas. De lo rural al uso de la más sofisticada tecnología. Engarce de historias fantásticas y análisis sociológico. Dictaduras, golpes de Estado, revoluciones, anhelos de libertad y desarrollo compartido: pan, justicia y arte para todos.
Fantomas, la amenaza elegante estuvo empeñado en transformar la realidad, con Navarrete a su lado, quien lo orilló a decir poemas de autores reconocidos.
A la muerte de Raúl, el número 2-574 (15 de julio de 1982, puesto que la revista se adelantaba cronológicamente con relación a la fecha real al salir al mercado), le dedicó la página final: “Raúl R. I. P.”, “Al amigo inolvidable Raúl Navarrete Dpto. de Arte”. Dos coronas con un moño negro, una tumba abierta. En su interior un ataúd. En el extremo izquierdo la cara de Fantomas, junto a una interrogante.
Después Fantomas tomó otro giro: tartamudeó la literatura y abundaron las piernas de muchachas exuberantes.
Fantomas fue y continuará siendo un personaje de historieta, más que de novela. Raúl Navarrete es el poeta, cuentista y novelista que no tuvo miedo a verse ligado con la caricatura, al igual que Julio Cortázar.

Vida y obra de Navarrete
* 1965-66. Beca del Centro Mexicano de Escritores, año en el que escribe Aquí, allá, en esos lugares, novela prologada por Juan José Arreola.
* 1967. Siete poemas.
* 1968. Cuando aún no cumplía 26 años, le editan su Autobiografía en la serie Nuevos escritores mexicanos del siglo XX presentados por sí mismos, con prólogo de Emmanuel Carballo.
* 1969. Publicación de Luz que se duerme, novela con la que ganó el premio nacional “Carlos Trouyet” 1970.
* 1973. La editorial Novaro le publica El oscuro señor y la señora.
* 1974. El sexto día de la creación, editado por el gobierno de Jalisco. Este libro de cuentos y poemas lo hace ganar el premio Latinoamericano de cuento.
* 1977. Premio nacional de poesía Aguascalientes, con Memoria de la especie. El jurado lo integró Alí Chumacero, Carlos Monsiváis y Hugo Gutiérrez Vega. Con este poemario consigue la beca Guggenheim.

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