Le Monde Diplomatique representa un periodismo muy distinto al realizado habitualmente en Latinoamérica, pues resulta más profundo y extenso y, además, es de izquierdas.
A la edición francesa los galos la llaman sencillamente Le Diplo —y no se debe confundir con el diario francés Le Monde, pues es un experimento periodístico distinto, y no representa los mismos intereses ni las mismas funciones sociales que Le Monde Diplomatique viene ofreciendo desde su fundación en mayo de 1954, cuando fue creado por Hubert Beuve-Méry.
El director de Le Diplo en México, Jean Franí§ois Boyer, estuvo hace unos días en Guadalajara para ofrecer una conferencia y un taller, en los espacios del Departamento de Filosofía de nuestra Universidad. Antes de que partiera a ofrecer el seminario “El papel de los medios de comunicación en la construcción de la realidad política de América Latina”, conversamos con él.
Hasta ahora la edición mensual de Le Diplo en español se extiende a varios países de Hispanoamérica y, según las palabras de Boyer, “las historias de cada una de las ediciones son distintas, en función del país, de la idiosincrasia, de la tradición; en ninguno de los territorios se puede comparar la edición de Le Monde Diplomatique de Argentina, Bolivia, Venezuela o México; en cada uno de esos países de América Latina es más que evidente que más allá del pensamiento único del monstruo, se manifiestan en menor o mayor medida, sectores que no están a gusto con el discurso dominante; además de que existen en América Latina sectores con la voluntad de tener acceso a otro tipo de información, más exigente y reflexiva, de investigación o análisis… algo más de lo que usualmente recibimos en el gran diario local, dominado a veces por un gran grupo multimedia…”
Le Diplo, además de perseguir un discurso distinto en sus análisis sobre las sociedades latinoamericanas, también toma en cuenta los medios de comunicación que llevan a la gente a otras formas de ver el mundo, pues considera Boyer que en todo el continente existen medios de información veraces y considera que “hasta en México existen radios críticas del estatus quo”.
—Nos apoyamos siempre sobre una parte de la población, en particular de la intelectualidad. Cuando hablo de intelectualidad no me refiero a estratos académicos altos, sino a estudiantado y a profesores medios, líderes sindicales, activistas… a todas y cada una de aquellas personas que se plantean por qué y cómo se desarrolla el modelo social y político en el cual vivimos, por qué y cómo no es satisfactorio y por qué y cómo podemos eventualmente efectuar cambios…
Periodismo al estilo clásico
La edición mensual de Le Monde Diplomatique, tanto en sus distintas ediciones en Francia, como las respectivas de América Latina, representan al estilo clásico del periodismo, pues sus investigaciones son a la vez que puntuales, elocuentes y largas; sus artículos exigen del lector una disposición distinta al común de los periódicos que describen en notas breves algunos aspectos del acontecer social, cultural y político de cada región o nación.
De tal suerte que el censuario enfrenta embestidas. “La lucha no es nada fácil”, ya que existen demasiados informativos diaristas o incluso de internet, más rápidos e inmediatos, puesto que, como todos sabemos, “los informativos están dominados por un discurso multimedia aportado por las radios o la televisión”, que “eventualmente propagan los mismos contenidos”, amén de “la frivolización de los comportamientos en cuanto a consumo” que afecta a periódicos como Le Diplo y su estilo clásico de mostrar los temas más relevantes…
—El hecho de que un jovencito o un estudiante pueda estar tentado de tener una foto de Shakira en su celular, en lugar de comprar un periódico, también nos afecta, pero vamos avanzando y trabajamos cerca de la gente cotidianamente, en presentaciones para difundir nuestras ediciones en las diferentes regiones del continente.
—¿El periodismo todavía mueve masas y conciencias?
—En este momento, si juntamos la nueva propuesta que nos fue aplicada por los grandes grupos multimedia, que más que información manejan info-entretenimiento, al igual que internet, donde hemos visto que llevan a la gente titulares y notas cortas podemos decir que el periodismo clásico, de terreno de investigación y de reflexión, enfrenta retos importantes, pero nuestra manera de pensar en Le Monde Diplomatique es que hay espacio para todo en este mundo beligerante y disperso. Creo, en lo personal, que todavía hay un espacio para nuestra manera clásica de hacer periodismo, que todavía es eficaz y se lee bien.